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Fracasó la conciliación: el paro de la línea 60 se extiende hasta el miércoles

Los trabajadores denunciar irregularidades, pero la empresa asegura que le exigen la reincorporación de despedidos.

Este viernes la línea 60 de colectivos -que administra la empresa Monsa- cumplió ocho días de paro luego de que los trabajadores aseguraran que contaban con documentación respaldatoria oficial de sus denuncias acerca de las malas condiciones de seguridad e higiene en coches y terminales. Y seguirá así hasta al menos el miércoles 26 cuando termine el nuevo cuarto intermedio.

Sin embargo, desde la empresa aseguran que en la inspección no encontraron irregularidades de la magnitud que señalan los delegados de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), solo algunas cuestiones menores en la terminal de Maschwitz, como ser el pavimento fracturado "cerca del punto de carga de gasoil, es decir, nada que impida trabajar o que ponga en riesgo a los trabajadores ni a los pasajeros".

Por el contrario, el presidente de la empresa, Marcelo Pasciuto, destacó que tan pronto declararon el paro, los delegados le exigieron la reincorporación de diez trabajadores despedidos, a los que calificó de "revoltosos".

Estos diez trabajadores fueron despedidos luego de que encabezaran los destrozos de la nueva terminal de Barracas en septiembre del año pasado y hayan sido señalados responsables de romperle la cara a un guardia por el mismo damnificado. En su defensa, los despedidos argumentan que se trató de una reacción comprensible dada la moción violenta que les generó la muerte de un joven mecánico esa misma jornada cuatro horas antes aplastado por un coche.

La jueza que entendía en la causa, levantó recientemente la cautelar que obligaba a Monsa a reincorporarlos y desestimó los argumentos de los trabajadores, por lo que dejó firme su despido. Por este motivo, fuentes allegadas a la empresa considera que las razones esgrimidas públicamente para el paro son falaces y encubren la motivación latente de presionarla para que dé marcha atrás con la decisión. El Ministerio de Trabajo, por su parte, no puede pasar por sobre el fallo judicial y obligar a la empresa a reincorporarlos.

"Solo se detectaron en la terminal de Ingeniero Maschwitz, algunas fallas menores, que no afectan de manera alguna la seguridad de la operación del personal y que por lo tanto no justificaron la tan ansiada clausura pretendida por la UTA. De haber existido alguna falla grave, como falsamente denuncian los delegados, los inspectores hubieran procedido con la clausura de las instalaciones", sostuvo Pasciuto en un comunicado oficial.

"Para tranquilidad de nuestros pasajeros, desmentimos que nuestra flota tenga inconvenientes de mantenimiento. MONSA cuenta con un parque móvil de 340 unidades, con una antigüedad promedio de 3,5 años, con la Revisión Técnica Obligatoria (RTO) al día", agregó el presidente de la compañía.

El conflicto en la línea 60, como relató LPO, no es nuevo y mantiene enfrentados a un grupo de 50 trabajadores con los nuevos dueños de la compañía. Estos trabajadores esperaban poder convertir a la empresa en una cooperativa antes de que Dota y Motsa compraran la línea. Por amedrentar incluso con armas a otros trabajadores que en 2011 no se plegaron a las medidas de fuerza, otro grupo de trabajadores y delegados gremiales fue elevado a juicio oral el mes pasado.

El próximo miércoles 26 de julio, cuando se hayan cumplido 13 días sin presión del servicio a los 100 mil pasajeros diarios de la empresa, los delegados de la UTA y los directivos de Monsa volverán a reunirse en el Ministerio de Trabajo para destrabar el conflicto.