Energía

La explosiva renuncia del segundo de Aranguren porque le prohibió hablar con un periodista

José Luis Sureda acusó al ministro de autoritario y contó el episodio que lo llevó a irse.

El secretario de Recursos Hidrocarburíferos, José Luis Sureda, reveló la razón de su salida del Ministerio de Energía en una explosiva carta de renuncia en la que acusó de autoritario a Juan José Aranguren y contó que le prohibió hablar con un periodista.

Ese episodio fue el último de una cadena de cortocircuitos que terminaron con la salida del ex directivo de Pan American Energy. Según reveló en su renuncia, Sureda tenía previsto el martes recibir en su despacho al corresponsal en Buenos Aires del diario The Wall Street Journal pero por orden del ministro le prohibieron la entrada al Ministerio.

"La balanza se inclinó hoy cuando Taos Turner, periodista pero sobre todas las cosas mi amigo, vino a visitarme para hacerme algunas preguntas totalmente técnicas sobre los hidrocarburos no convencionales y, por intermedio de su hombre de prensa, usted no le permitió el ingreso", afirmó Sureda dirigiéndose a Aranguren. El diario La Nación detalló que colaboradores del ministro le dijeron a Turner que no estaba autorizado a estar en el lugar ni a mantener una reunión con Sureda, algo que se desprende está a decisión de Aranguren.

Ante la consulta de LPO, en el Ministerio de Energía dijeron que no harán ningún comentario sobre el contenido de la renuncia de Sureda.

El episodio retrotrae a lo peor del kirchnerismo, cuando ministros y funcionarios tenían prohibido hablar con periodistas que no caían bien en la Casa Rosada. Además, sucedió en el mismo día que la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) celebró la "normalización" de la relación entre la prensa y el Gobierno.

La carta de Sureda es durísima en todos sus tramos, y hace especial énfasis en el "autoritarismo" de Aranguren. "Si usted cree que la libertad ajena es un bien transable que usted puede arbitrar a su gusto, debo decirle que no estoy de acuerdo. Jamás podrá gestionar con éxito sin un equipo. Y sin confianza ni respeto, no hay equipo", escribió.

"Con el paso del tiempo fui sintiendo que cada vez estábamos más lejos. Fui entendiendo que la diversidad de opiniones es para usted un problema muy difícil de resolver, y que las decisiones que pensábamos tomar iban quedando en el camino víctimas del cortísimo plazo", se quejó.

Sureda sugiere también que Aranguren "no es hábil en política" y remata: "la distancia entre mis convicciones y su estilo de gestión llegó a ser tan grande que me enfrenté a un dilema de hierro que me enfrenté a un dilema de hierro: o mis convicciones o su autoritarismo".