Aerolíneas

El desembarco de Avianca se cruza en la renuncia de Isela

La presionaron para que no vete a la línea aérea en la audiencia del próximo martes. Los nexos con Macri.

Las ventajas que la Casa Rosada pretende otorgar a la firma colombiana Avianca para que desembarque en el país fueron otro factor que derivó en la salida de Isela Costantini de la conducción de Aerolíneas Argentinas, enfrentada con Guillermo Dietrich.

La ex titular de Aerolíneas había advertido al Gobierno nacional que en la audiencia pública del próximo martes donde se tratarán los pedidos de autorización distintas empresas para operar en el país, se iba a oponer fuertemente a la estrategia del Ministerio de Transporte y la ANAC de habilitar indiscriminadamente nuevos operadores.

De acuerdo con lo que establece la normativa, si el operador que está instalado en el mercado presenta objeciones fundadas y demuestra que pueden perjudicarse todos (los que están y los que pretenden entrar), el resultado y el dictamen final la audiencia cambia, aunque no sea vinculante. Si el operador que está instalado no presenta objeciones, el Gobierno tendría vía libre para entregar rutas.

El problema es que una de las líneas aéreas que pretende conseguir autorización para operar en Argentina es la colombianaAvianca, que cuenta con el aval y el impulso de la Casa Rosada, que prevé otorgarle varios beneficios. Costantini se negó a avalarlos y eso detonó su salida, según adelantó Marcelo Bonelli en Clarín.

El vínculo entre Avianca y Macri es evidente. La empresa colombiana compró meses atrás MacAir (también se quedó con el Certificado de Explotador de Servicios Aéreos -CESA-), la firma de Franco Macri que dirigía Carlos Colunga que ahora es el vicepresidente de Avian Líneas Aéreas, la subsidiara de Avianca que adquirió 12 aviones con la idea de operar en el país. Colunga es un hombre de extrema confianza del Presidente.

Otro factor clave de la situación que derivó en la salida de Isela es que detrás de la operación de Avianca y MacAir estuvo el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, cada vez más influyente en las decisiones de Macri. Quintana fue el gestor del desembarco de la firma colombiana y venía cruzado feo con Costantini, a quien debía supervisar.

Según supo LPO, desde la Rosada le bajaron la orden a Isela que el próximo martes tuviera una actitud pasiva frente al desembarco de líneas extranjeras, aunque eso significara ir contra los intereses de su propia empresa. Al negarse, le facilitó el panorama a Dietrich que quería sacarla de Aerolíneas desde hace meses.

De acuerdo a La Nación, en el Ministerio de Transporte sospechan que Isela pueda estar detrás de una estrategia de los gremios para ir con todo a la audiencia del martes. Pero la realidad es que todos los sindicatos aeronáuticos se oponen duramente a la política de cielos abiertos y desde hace meses vienen advirtiendo que no la tolerarán.