El multitudinario acto de Cristina Kirchner frente a los Tribunales de Comodoro Py descolocó a las diferentes vertientes del peronismo, que le recriminan a Mauricio Macri haber permitido tamaña manifestación a poco más de tres meses de asumir.
“No entiende nada. Su Gobierno sólo puede funcionar con una oposición racional y para eso tenía que evitar la citación de Bonadío, que le regaló todo el escenario a Cristina”, se lamentaba ante LPO uno de los peronistas experimentados, que trabaja en la coronación de José Luis Gioja como presidente del partido.
Esa visión no era compartida por gente del Gobierno que consideraba que la polarización con Cristina, es un gran negocio político para Macri y en todo caso complicaba la tercera vía que ensaya Sergio Massa, como ocurrió en las pasadas elecciones.
Mientras que cerca del líder renovador señalaron que más allá de lecturas políticas, hoy lidera todas las encuestas sobre posibles candidatos en la provincia. "Massa senador-Stolbizer diputado hoy mide 34 puntos, contra 28 de Scioli-Randazzo y 24 de Jorge Macri-Lilita Carrió", se ufanaban esta noche.
Lo que es cierto es que tanto en el Frente Renovador como en en el peronismo reconocían esta noche que la exitosa movilización de Cristina -se habla de más de 60 mil personas- cambió el escenario político. "Un miércoles por la mañana, con lluvia y sin el aparato del Estado, lo que consiguió Cristina es importante", afirmaba a LPO un dirigente de primera línea del peronismo.
El peronismo es hoy un campo heterogéneo de intendentes y gobernadores, dirigentes legendarios y otros más jóvenes que no terminan de convertirse en promesa electoral, como Diego Bossio y Florencio Randazzo, que en cada reunión política no hace otra cosa que repudiar a La Cámpora por haber vetado su candidatura.
El ex ministro sólo se animó a aventurar su candidatura a senador con Scioli al frente de la lista de diputados y sin camporistas a la vista. Una ecuación que pragmática, Cristina podría apoyar a cambio de lugares en la lista de diputados, afirmaron esta noche a LPO, voceros al tanto de las negociaciones.
El Gobierno quisiera que el año próximo el peronismo se fracturara en tres expresiones en la provincia: La lista de de los "racionales" encabezada por Scioli y Randazzo, la de Massa y una de cristinistas "puros". Pero hasta ahora no hay indicios de que la ex presidenta se embarque en semejante disparate.
En el PJ calculan que ese núcleo kirchnerista agrupa a “una minoría movilizada”, que difícilmente pueda alcanzar el 30 por ciento y construir una opción de mayorías. Pero, admiten, que si Cristina levanta el perfil y polariza con Macri -como propuso en su discurso en Comodoro Py- profundizará la grieta en la sociedad, que está mucho más presente que el 10 de diciembre y deja escaso margen a una renovación peronista.
Desde otra vereda mira Sergio Massa, siempre expectante de la dinámica peronista pero con agenda propia y cada vez más enfrentada a la de Macri. “No manejó la justicia, la calle y la seguridad. No puede ser presidente sin un mínimo control del caos, mirando las movilizaciones desde el balcón”, reflexionaban en el bunker del Frente Renovador, que en estos días tiene prevista una reunión de concejales del conurbano.
La tercera posición de Massa
Massa tiene un problema, porque ninguno de sus concejales reivindica a Cristina pero menos está dispuesto a quedar pegado a las políticas de Macri mientras recorre sus barrios carenciados.
Sin embargo, el líder del Frente Renovador suspiraba aliviado esta noche. Una encuesta que recibió lo ubica primero con el 34% para las elecciones de senador del año próximo en una boleta que lleva a Margarita Stolbizer como diputada.
El problema, coinciden peronistas de todos los colores, es que el presidente no advirtió que una grieta cada vez más grande lo perjudica en la gobernabilidad, al margen de cualquier ecuación electoral.
En el Conurbano la aparición de Cristina dejó una herida entre los intendentes. Sólo movilizaron Julio Ferraresi (Avellaneda) y Fernando Espinoza (La Matanza), pero varios se arrepintieron cuando vieron la convocatoria. “Muchos militantes fueron por su cuenta y me lo van a recriminar”, se lamentaban.
El más tranquilo fue Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta y confeso candidato presidencial. No tuvo problemas en recibir a Macri por la mañana y viajar por la tarde a Capital Federal a promover la boleta electrónica.
En su entorno creen que no hay que apurarse porque recién en las primarias de 2017 empezarán a verse los líderes del peronismo.
“Cristina llena plazas hace mucho y pierden en todas las provincias. En las primarias aparecerán ganadores en todos los distritos y se posicionarán en 2019”, interpretan. Pero falta demasiado tiempo.
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Esto funciona para la gilada y los violentos.La gente no quiere mas políticos que se mezclan con el chavismo y los terroristas de los 70.Simplemente son antirepublicanos.No va mas.
Lo mejor que le puede pasar al país es que los Peronistas se maten entre ellos
prohibirle a estos lumpens q manifiesten su odio?
si se le prohibia este acto, mas se iba a victimizar la vieja.
macri no podia evitar esta manifestación