petróleo
Moderado optimismo en Chubut, Rusia y Arabia Saudita analizan recortar la sobreoferta de petróleo
El petróleo superó los USD 34 por barril y los mercados se recuperan por la expectativa de que reduzcan un 5% la oferta.

El gobierno liderado por Vladimir Putin venía negándose a un acuerdo con la OPEP, pese a que por los bajos precios del petróleo la economía rusa se desaceleró y se vieron obligados a achicar el gasto público con despidos masivos.

No obstante, ayer el presidente de Transneft, el monopolio ruso de transporte de hidrocarburos, Nikolay Tokarev, adelantó la posibilidad de que su país coopere con la OPEP para estabilizar los precios del crudo y los mercados repuntaron. El barril de crudo de la OPEP registró ayer un avance de 5% respecto del martes, y se comercializó a 26,40 dólares.

Además el ministro ruso de Petróleo, Alexander Novak, adelantó que habrá un encuentro en febrero, en el que se discutirá un posible recorte del 5% de la producción saudita y rusa para detener la caída del crudo. Ya Venezuela, Nigeria e Irán habían hecho planteos similares.

Por eso hoy el crudo reportó fuertes subas en los principales mercados internacionales. Los mercados se adelantaron a la posible reducción del volumen producido por Arabia Saudita que va a negociarse el mes próximo en una reunión entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia.

Así, el petróleo West Texas Intermediate (WTI) para entrega en marzo subía 5,76%, y se negociaba a 34,16 dólares en el mercado de futuros de Nueva York (Nymex). En tanto, el crudo tipo Brent para entrega en marzo ganaba 6,01% y se vendía a 35,09 dólares por barril, en el mercado de futuros de Londres (ICE).

Ayer esta noticia repercutió en las bolsas del mundo. Desde Asia a Wall Street todas las bolsas operan con alza con excepción de la bolsa china que se contrajo por la decisión de la Reserva Federal (Fed) de no modificar las tasas de interés a la baja. Aun si el FMI reconoció que la suba de la tasa de interés generó volatilidad en los mercados y desaceleró el crecimiento, la Fed ratificó la suba de fin de año que hace menos atractivo invertir en mercados emergentes como el chino.

La noticia también impactó en el mercado local y ayer las ya muy castigadas acciones de Petrobras se dispararon más de 7%. Hoy, a media rueda, avanzaban otros 3,23% a $23,50. Aun así es sigue en sus niveles mínimos desde que estalló el escándalo de corrupción en Brasil. YPF, que ayer había tenido un desempeño alicista más moderado, hoy supera a su par brasileño y avanza 3,32%.

Por el contrario, el encarecimiento de los combustibles y la energía eléctrica deprimen los papeles de grandes consumidores de energía como ALUAR, la planta de aluminio y SIDERAR, la productora de acero.

Algunas razones para el desplome del petróleo

El pasado 20 de enero el petróleo alcanzó su precio más bajo desde que en 2008 alcanzara su tope alrededor de los US$140 el barril, un día después de que el 19 de enero la Agencia Internacional de Energía anunciara que “El mercado del petróleo podría ahogarse en un exceso de oferta”.

Son varias las causas para que ello así ocurriera. Es que mientras grandes petroleras estatales como Saudi Aramco (de Arabia Saudita) extraen a precios menores, otras grandes compañías públicas, como Petrobras (Brasil) y varias privadas, buscasen alternativas mucho más costosas como la presal, en el gigante sudamericano, en el Océano Ártico y hasta el Reino Unido hiciese exploraciones en las aguas que rodean las Islas Malvinas.

Todo ello tenía una sencilla explicación basada en la acelerada demanda de grandes países asiáticos en rápido crecimiento como eran los casos de China e India, que en 2014 alcanzaron un crecimiento de su producto interno bruto (PIB) del 7,3% respecto del año anterior para llegar a US$ 13 billones y 7,4 billones, respectivamente.

El ministro de Energía ruso, Alexander Novak.

Pero en el caso de China ese enorme crecimiento se ha desacelerado hasta el 6,5% y, aunque se estime que en 2016 crecerá un 6,9%,  su menguado crecimento no será suficiente para compensar la entrada en escena de un nuevo importante productor en el mercado mundial como es el caso de los EE.UU. La potencia norteamericana, mediante sus exploraciones de esquisto (shale) ha llegado a representar el 5% del total de la producción global, achicando fuertemente las compras de ese país y pasando a ser exportador.

A lo largo de 2015 la producción mundial total alcanzó a un promedio de 96,3 millones de barriles diarios (mbd), 2% más de lo que se consumió en el todo el planeta. La acumulación de reservas ya ha colmado todas las posibilidades de seguir atesorando en los depósitos preexistentes de manera que se ha agigantado la necesidad de grandes súper petroleros.

Entre los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) existen diversas apreciaciones sobre los rumbos a seguir, pero en noviembre de 2014, en una cumbre del organismo, el gobierno de Arabia Saudita logró imponer a sus socios el criterio de mantener la producción a los efectos de evitar que se sumaran al negocio los EE.UU. y otros eventuales productores de esquisto, como la Argentina o China.

Algunos productores tradicionales abastecedores del mercado mundial, como Rusia, principal proveedor de Europa, y Venezuela, que le vende a EE.UU., y hasta el Brasil, que alcanzó el autoabastecimiento con sus hallazgos de la presal, muestran ahora grandes desequilibrios en sus economías y han sufrido fuertes devaluaciones. 

Estos países discreparon con la posición saudita. Hasta el momento Rusia se ha negado a negociar con la OPEP; y Venezuela y Ecuador, miembros de la OPEP, llevan meses insistiendo en la necesidad de coordinar la reducción. En noviembre propusieron una contracción del 1,5%, pero Arabia Saudita impuso su embate contra el esquisto norteamericano. E incluso incumplió el acuerdo y aumentó por encima de lo pactado la producción.

El resultado fue pobre: en 2015 solo consiguieron disminuir la producción petrolera estadounidense en 400.000 barriles diarios.

Esa misma política de la OPEP ya había fracasado 30 años atrás, cuando intentó impedir la explotación de crudo en el Mar del Norte, la que prosiguió y permitió a Noruega convertirse en abastecedora de Europa, aunque no al nivel de Rusia.

Como explicó LPO, la política saudí para desplazar a EE.UU. vía precios actuó como un arma de doble filo. El reingreso de su rival, Irán, tras el acuerdo con los EE.UU. para el levantamiento de las sanciones por su política nuclear, inundó el mercado de crudo y jaqueó al grueso de sus aliados. 

Ahora Arabia Saudita avizora que que su política no parece tener éxito a largo plazo, aunque haya frenado inversiones como las del Brasil en la presal y en la producción de esquisto. Rusia no puede darse el lujo de seguir contrayendo su economía. En un mes estos dos titanes se reunirán para negociar un acuerdo de reordenamiento.

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  • 1
    rodl666
    29/01/16
    10:23
    Congratulaciones, esta es una primicia mundial! Russia y Arabia Saudita analizan recortar la oferta de petróleo? Primicia mundial! Si ahora Arabia Saudita recorta su producción, sólo entregará cuotas de su mercado a Iraq e Irán (sus adversarios shiitas); exactamente lo contrario de lo que había previsto cuando puso en marcha su estrategia de eliminar a unos cuantos competidores que producen a mucho mayor precio. Para qué llevar adelante una estrategia que ya lleva meses en ejecución y ha dejado a muchos 'fuera del mercado' para ahora abandonarla así como así?
    Responder
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