La tensión es manifesta y no parece de fácil resolución. Cinco meses después del ataque de Hamas que desató una nueva etapa de la guerra en Medio Oriente, Joe Biden y su viejo amigo Benjamin Netanyahu ya no ocultan sus diferencias en público y chocan cada vez con más fuerza.
Enfrentados a necesidades opuestas, con Biden lanzado de lleno a la reelección, la tensión con el premier israelà dio un salto de intensidad en las últimas horas.
Después de su mensaje por el Estado de la Unión, donde aludió de manera crÃtica a la polÃtica de Netanyahu, Biden salió a reclamar con más vehemencia un alto el fuego en Gaza antes del inicio del Ramadán.
En declaraciones a MSNBC, el presidente de Estados Unidos hizo la crÃtica más explÃcita a la polÃtica de su aliado. Dijo que creÃa que la conducta de Netanyahu en la guerra estaba "dañando a Israel más que ayudando a Israel". Además, advirtió que una posible escalada con una operación militar en la ciudad de Rafah por parte de Israel serÃa "una lÃnea roja". Rafah está ubicada en la frontera sur de la Franja de Gaza.
La intervención de Biden dejó por un momento en segundo plano las bajas israelÃes del conflicto y reparó en las vÃctimas palestinas, el eje de las protestas multitudinarias que en las calles de Estados Unidos cuestionan directamente a Biden por su apoyo militar a Israel. "No puede haber 30.000 muertos palestinos más", advirtió el demócrata.
Las primarias del SuperMartes trasladaron ese rechazo callejero a las urnas. Tal como contó LPO, los llamados votantes "no comprometidos" enviaron una señal de alerta contundente y le exigieron poner fin a la guerra de Israel en Gaza o correr el riesgo de perder la reelección.
Unas horas después, Netanyahu salió a refutarlo en una entrevista con PolÃtico, un medio estadounidense. Allà replicó que su única "lÃnea roja personal es que el 7 de octubre no vuelva a suceder". "Iremos allÃ. No los vamos a abandonar. Ya sabes, tengo una lÃnea roja. ¿Sabes cuál es la lÃnea roja? Ese mes de octubre 7 no vuelve a suceder. Nunca vuelve a suceder", afirmó. Sin nombrarlos, Netanyahu afirmó que contaba con el apoyo tácito de varios lÃderes árabes para seguir adelante con el ataque contra Hamás."Ellos lo entienden e incluso lo aceptan discretamente. Entienden que Hamás es parte del eje terrorista iranÃ", dijo en una entrevista con Axel Springer, la empresa matriz de PolÃtico.
El lÃder del Likud descartó la posibilidad de un alto el fuego durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, dijo que sin una liberación de rehenes iraelÃes, no habrá una pausa en los combates y refutó directamente los dichos de Biden. Primero sostuvo que no sabÃa "exactamente lo que quiso decir el presidente", pero alertó que si Biden que si estaba contradiciendo o impugnando los intereses de Israel, estaba "equivocado en ambos aspectos". "[El pueblo israelÃ] también apoya mi posición que dice que debemos rechazar rotundamente el intento de imponernos un Estado palestino. Eso es algo en lo que están de acuerdo", dijo.
Los observadores que buscan pararse en un lugar de imparcialidad consideran que, de todas maneras, el mayor obstáculo para un alto el fuego a corto plazo no es Israel sino Hamás. El lÃder polÃtico de la organización, Ismail Haniyeh, declaró el domingo que el grupo querÃa una tregua permanente, en lugar de la pausa de seis semanas como la que se analiza.
Las organizaciones de socorro han advertido que un ataque a Rafah, en la frontera con Egipto -donde se refugian la mitad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza- provocarÃa numerosas vÃctimas civiles. En lÃnea con la postura de Biden, la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, hizo su propia advertencia. Dijo que serÃa "una catástrofe humanitaria ".
Las cifras exactas de vÃctimas son controvertidas, y el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, dice que las muertes de civiles superan las 30.000. Netanyahu también dio sus propias estimaciones de muertes. Unos 13.000 combatientes palestinos habÃan muerto, dijo, mientras que la tasa de mortalidad de civiles se estimaba en 1-1,5 por cada combatiente. Eso elevarÃa el total de muertos (combatientes y civiles) a al menos 26.000.
Mientras Netanyahu afirma que la guerra terminará en menos de dos meses, la preocupación crece en la Casa Blanca y los demócratas consideran que no tienen más tiempo que perder.
El premier israelà buscó desligarse de la pelea doméstica estadounidense. "Lo último que quiero hacer es entrar en la arena polÃtica estadounidense", dijo. Sin embargo, su postura se desliga por completo de los planteos de Biden y ya se convirtió en un problema para la campaña de reelección del demócrata. En diálogo con LPO, el consultor David Fadul consideró que las primarias del SuperMartes enviaron un mensaje claro para el presidente: "Hice una encuesta sobre el tema y los jóvenes de mi generación consideran que hay un genocidio en Israel pero además hasta los viejos demócratas quieren que la guerra se acabe. Biden por supuesto ganó las primarias pero miles y miles votaron en contra de Biden, para enviarle un mensaje: ellos quieren que pare la guerra", afirmó Fadul.
Fadul es hijo de padre colombiano y dirige la consultora Poll Progressive Strategies, una consultora especializada en estudios estaduales realiza mediciones periódicas y su trabajo tiene como eje a las nuevas generaciones y la comunidad latina.
"Me parece a mà obvio que Netanyahu odia a Biden. Netanyahu quiere que Trump regrese porque Trump fue el que le dio a Israel todo lo que querÃa durante su presidencia. A Netanyahu no le importa nada si Biden pierde. Creo que a Biden no le gusta tampoco Netanyahu pero él lo trata como es, un aliado increÃble, como a Inglaterra. El plan de Netanyahu es claro: él quiere continuar la guerra para mantener el poder y no le importa si Biden pierde", le dijo a LPO.
Su postura es representativa del pensamiento que se extiende en las filas demócratas y resuena también entre los asesores de Biden. El viejo amigo del presidente se convirtió en un obstáculo para su reelección y beneficia a Trump con su intransigencia. La Casa Blanca se encuentra ahora en una encrucijada y necesita encontrar a tiempo una respuesta para salir del encierro.
A la inversa, en el entorno de Netanyahu también dejan trascender su fastidio con Biden. Lo hizo hace apenas unas semanas el ministro de seguridad nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, Después de que el presidente de Estados Unidos decidiera sancionar a cuatro colonos israelÃes, Ben-Gvir fue el encargado de devolver gentilezas.
En una entrevista con The Wall Street Journal en febrero pasado, Ben-Gvir apuntó contra Biden y dijo que está obstaculizando el esfuerzo bélico de Israel. "En lugar de darnos todo su respaldo, Biden está ocupado dando ayuda humanitaria y combustible (a Gaza), que va a Hamás. Si Trump estuviera en el poder, la conducta de Estados Unidos serÃa completamente diferente", dijo.
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