La Casa Blanca transita con pies de plomo la tensión en Medio Oriente. Tras la primera operación de Irán sobre el espacio aéreo que Israel logró desactivar sin mayores dificultades y el contacto telefónico de Joe Biden con BenjamÃn Netanyahu, altos funcionarios de la administración demócrata comenzaron a filtrar la preocupación del presidente de Estados Unidos: teme que el premier israelà responde en forma apresurada al ataque con drones y misiles de Irán y desate un conflicto regional más amplio que afecta sus propias posibilidades de reelección.
Una vez más, Biden busca conjugar una respuesta pública con un mensaje reservado. En público, el presidente ratificó su compromiso "férreo" con la defensa de Israel, pero en privado deja trascender su preocupación por una nueva ofensiva militar de Netanyahu guiada por intereses polÃticos personales.
La Casa Blanca difundió desde el fin de semana el mensaje que Biden le dio a Netanyahu. "Tienes una victoria. Llévate la victoria". En paralelo, el demócrata le advirtió que una represalia israelà puede desencadenar un escenario de violencia mayor y que Estados Unidos no participará en operaciones ofensivas contra Irán. El demócrata le pidió a su viejo amigo Bibi "pensar cuidadosa y estratégicamente sobre los riesgos de una escalada".
De acuerdo a lo que transmiten sus asesores, Biden mantendrá el perfil bajo y seguirá concentrado en forjar un camino diplomático hacia adelante, con el objetivo de frenar una respuesta israelà más amplia y al mismo tiempo mantener a Irán bajo control en coordinación con sus aliados.
La primera reacción en la Casa Blanca fue de cierto optimismo en medio de un conflicto que preocupa desde hace meses. Algunos asesores de Biden creÃan que el ataque de Irán podrÃa darles un respiro frente a los demócratas que han criticado al presidente por apoyar demasiado a Israel a expensas de los civiles palestinos. Esa ira se ha vuelto preocupante para el equipo polÃtico del presidente, que sabe que no puede darse el lujo de perder votantes jóvenes y progresistas, particularmente de estados clave como Michigan.
Pero esa pausa podrÃa terminar muy rápido si Netanyahu desafió los deseos de Biden y ordenó el asalto total a la ciudad de Rafah en Gaza, donde ahora viven más de un millón de civiles que buscan refugio.
Los funcionarios estadounidenses esperaban una respuesta de Irán desde el bombardeo israelà del 1 de abril a un complejo diplomático iranà en Damasco, en el que murieron dos generales y cinco oficiales del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iranÃ. En ese marco, consideran que la operación de Irán es parte de un despliegue escénico que solo tenÃa como objetivo una demostración de fuerzas y no el comienzo de un conflicto de envergadura mayor. Según publicó NBC News, los asesores de Biden temen que Netanyahu propicie una respuesta militar contra Irán que termine en una "escalada catastrófica".
Los expertos sostienen que Estados Unidos tiene incentivos materiales para reducir su atención en Oriente Medio y no quiere librar otra guerra importante en la región, pero para Israel y para Netanyahu personalmente, existen fuertes razones para iniciar una confrontación directa con Irán y sus aliados.
Una vez que termine la guerra, es probable que el primer ministro israelà se enfrente a serios problemas polÃticos y legales dentro de Israel. Ampliar el conflicto a un ámbito regional podrÃa retrasar su caÃda e incluso cambiar por completo su suerte.
En ese punto, las diferencias trascienden a Biden y Netanyahu. Israel ve a Irán como una amenaza existencial y ha chocado con administraciones estadounidenses anteriores sobre cómo manejar al régimen, que no lo reconoce oficialmente. Ya en 2015, Netanyahu presionó abiertamente contra el acuerdo nuclear que el presidente Barack Obama vendió con Irán y Donald Trump decidió desandar.
Fawaz Gerges, profesor de relaciones internacionales y polÃtica de Oriente Medio en la Escuela de EconomÃa de Londres, criticó la capacidad de Biden para traducir sus preocupaciones en influencia sobre Israel. "La estrategia de la administración Biden ha fracasado estrepitosamente. Biden está arrastrando a Estados Unidos hacia otra guerra catastrófica en el Medio Oriente. Su objetivo general de impedir que la guerra en Gaza se extienda a los paÃses vecinos ha fracasado", afirmó Gerges. "Biden no ha logrado influir en las decisiones de Netanyahu ni en Gaza ni respecto de Irán".
Sin embargo, en este punto la postura de Israel trasciende a Netanyahu. Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra y principal rival de Netanyahu en las próximas elecciones, prometió el domingo que Israel "exigirá el precio a Irán, en la forma y en el momento que más nos convenga".
Este lunes, el general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, dijo que "Israel está considerando los próximos pasos" y que "el lanzamiento de tantos misiles y drones al territorio israelà será respondido con una represalia".
Según publicó Axios, en el mismo sentido se habÃa hablado el domingo el ministro de Defensa israelÃ, Yoav Gallant, cuando le dijo al secretario de Defensa Lloyd Austin que Israel no tiene más remedio que responder al ataque sin precedentes con misiles y drones lanzados por Irán. durante el fin de semana.
La posición de Biden es antagónica. Antes de una reunión el lunes con el viceprimer ministro de Irak, el secretario de Estado Antony Blinken dijo que Estados Unidos está coordinando una respuesta diplomática al ataque iranà destinado a evitar una mayor escalada.
"La fuerza y la sabidurÃa deben ser las dos caras de la misma moneda", dijo Blinken en lo que parecÃa ser un mensaje para Israel. En el mismo sentido se expresó el propio Biden, este lunes, durante su reunión con el primer ministro de Irak: "Estamos comprometidos con un alto el fuego que traerá a los rehenes a casa y evitará que el conflicto se extenderá más allá de lo que ya tiene. Estados Unidos está comprometido con la seguridad de Israel".
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