Exactamente un año después del anuncio de la fusión de Cablevisión y Telecom, el Gobierno nacional aprobó la operación que da lugar a la mayor compañÃa de telecomunicaciones de la región, aunque le exigió desprenderse de algunos activos. "Fue una resolución dura", señalaron a LPO desde las oficinas de la calle Tacuarà del Grupo ClarÃn.
La decisión -que era descontada desde hace meses por el mercado- la tomó este viernes la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), a cargo de Esteban Greco, y provocó un fuerte salto en la cotización de Cablevisión, que al conocerse la noticia caÃda más de diez puntos y pasó a terreno positivo. El impacto era nulo en Telecom, que caÃa más de 5 puntos afectada por la turbulencia del mercado.
La medida tuvo una recepción agridulce en las compañÃas, donde consideraron "bastante exigentes" las limitaciones impuestas por la CNDC, según dijeron a LPO. Es que obligaron a la flamante compañÃa a desprenderse de más de 140 mil clientes y a compartir parte de su infraestructura fÃsica.
"Quisieron quedar bien con las telefónicas", fue la lectura en la flamante fusionada. Es que en efecto, la pelea de fondo detrás de la fusión fue entre el Grupo ClarÃn y la española Telefónica, que apeló en su momento al ex primer ministro Mariano Rajoy para que expusiera sus argumentos ante el propio Macri.
Las telefónicas exigÃan como "contraprestación" que el gobierno las autorizara a dar televisión satelital, para armar asà una suerte de triple play que les permita competir con la red de cable de Cablevisión -por lejos la más extensa del paÃs-, sin necesidad de gastar milles de millones en el despliegue de fibra óptica.
Para liberar esa presión, Macri mandó la llamada "ley corta" al Congreso que habilita a las telefónicas a dar televisión satelital a partir del 2020. En lo que pareció un estudiado paso de baile, ese proyecto obtuvo dictamen favorable en el Senado, apenas 48 horas antes de la aprobación de la CNDC.
Más duros que Kirchner
La decisión de la CNDC contiene exigencias de desinversión que no estuvieron presentes en la autorización de fusión de Cablevisión y Multicanal que en su momento aprobó Néstor Kirchner. Sin embargo, en el grupo que conduce Héctor Magnetto el ánimo no era de guerra, sino más bien de molesta aceptación.
Según la CNDC, "la fusión habrÃa generado problemas de competencia en localidades donde Cablevisión y Telecom eran las únicas empresas con despliegue de red fija. Por esa razón, la empresa fusionada se debe desprender de 143.464 clientes de ese servicio en 28 localidades de cinco provincias: Córdoba (incluyendo la capital), Buenos Aires, Entre RÃos, Misiones (incluyendo Posadas) y Santa Fe".
"Esta cifra representa el 9% del total de clientes residenciales de Arnet y una facturación anual de aproximadamente 500 millones de pesos", agrega el comunicado oficial. "Esa cartera de clientes es vendida a una empresa que ingresará como nuevo operador en esos mercados", continúa.
Telecom además tendrá la obligación de arrendarle su infraestructura a ese nuevo operador para que pueda desplegar su propia red de fibra, brindarle el servicio mayorista y permitirle el uso de la marca Arnet. "Todo ello durante un perÃodo de tiempo suficiente como para que el nuevo operador pueda realizar inversiones que le permitan consolidar su posición en esos mercados", indica la CNDC.
Asimismo, el dictamen obliga a Telecom a proveer servicios mayoristas de internet residencial mediante una oferta de referencia, para que otros operadores puedan prestar el servicio usando la red de Telecom. De este modo se elimina la barrera de entrada que representaba la obligación de realizar un tendido de red propia para poder comercializar el servicio.
Por otro lado, la empresa fusionada debe devolver hasta 80 Mhz de espectro para permitir una competencia equilibrada entre los actores. "La CNDC recomienda que la fusionada debe devolver hasta 80 Mhz de espectro para permitir una competencia equilibrada entre los actores", señala.
Finalmente, la CNDC obliga a Telecom-Cablevisión a no vender paquetes de cuádruple play por un plazo de seis o doce meses hasta que la competencia pueda ofrecer servicios similares. En la empresa fusionada lo consideraron una concesión para Telefónica, hasta que pueda dar televisión satelital.
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Probecitos!!
Gobierno malo, gobierno malo!!
No me hagan reír