España está sumergida en una crisis institucional inédita, que se agravó al máximo este viernes con la declaración unilateral de independencia por parte del Parlamento de Cataluña, seguida casi de inmediata por la aprobación en el Senado nacional de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que implica la intervención del gobierno regional.

En un clima de tensión extrema, el pleno del Parlament aprobó por 70 votos contra 10 una resolución que insta al gobierno regional a iniciar un proceso constituyente y cuyo preámbulo proclama la "república catalana como Estado independiente y soberano".

La votación fue en secreto para evitar represalias legales contra los independentistas y sin la presencia de los diputados del Partido Popular, el Partido Socialista y Ciudadanos, que se oponían a la separación, quienes se retiraron en rechazo a que el voto no sea público.

Apenas aprobada la declaración, el recinto estalló con un larga ovación y los independentistas que cantaron a viva voz el himno catalán, Els Segadors. El festejo se trasladó a las calles de Barcelona, Girona y otras ciudades catalanas donde había numerosas movilizaciones a la espera de la declaración.

La resolución aprobada fue presentada por la coalición gobernante Junts pel Sí y sus socios del CUP de Barcelona. "Constituimos la república catalana como Estado independiente y soberano, de derecho democrático y social", dice el texto, que también expresa la voluntad de abrir negociaciones "sin condiciones previas" con el Estado español.

Además, los diputados instan a la Unión Europea y la comunidad internacional a "intervenir" para poner fin a las "violaciones de derechos civiles y políticos en curso" y a "hacer un seguimiento del proceso negociador".

La reacción de Madrid fue inmediata. El presidente Mariano Rajoy usó las redes sociales para intentar llevar calma. "Pido tranquilidad a todos los españoles. El Estado de Derecho restaurará la legalidad en Cataluña", escribió.  

Casi al mismo tiempo, el Senado nacional aprobó por una amplia mayoría de 214 votos contra 47 la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que nunca se había usado en la etapa democrática de España para intervenir una región autonómica. Las medidas empezaran a aplicarse casi de inmediato, en una reunión del consejo de ministros que comenzaría a las 17 (12 hora argentina).

"Lo que ha sucedido hoy en el Parlamento de Cataluña es la prueba inequívoca de lo necesario que era que el Senado aprobara" la aplicación del artículo 155, declaró Rajoy. "No estamos dispuestos a que algunas personas pretendan liquidar nuestra Constitución, nuestras normas de convivencia y las reglas del juego", agregó.

En España dan por descontado que además de las medidas del Gobierno, el Tribunal Constitucional dejará sin efectos lo aprobado por el Parlament, e incluso se desliza que podría haber medidas contra los altos mandos del Govern.

Rajoy consiguió un rápido respaldo de Europa. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó que España sigue siendo el "único interlocutor" de la Unión Europea, al tiempo que afirmó que la declaración de la independencia catalana "nada cambia". Pero también le mandó un mensaje al presidente español: "Espero que el Gobierno español favorezca la fuerza de los argumentos, no los argumentos de la fuerza".