El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, ensayó este jueves varias idas y vueltas, en medio de una fenomenal presión política, económica y judicial para que frene la declaración unilateral de independencia, algo que en principio parecía que haría, pero terminó dándole vía libre al Parlament.

Hasta anoche todas las fuerzas independentistas confiaban en que este jueves el pleno del Parlament avanzaría con la declaración de independencia, sobre todo después de que Puigdemont descartó presentarse ante el Senado nacional para rechazar las acusaciones en su contra. "No perderemos el tiempo con aquellos que ya han decidido arrasar el autogobierno de Catalunya. ¡Seguimos!", había dicho.

Pero esta mañana el panorama cambió. Puigdemont convocó a sus funcionarios y a sus aliados y les avisó que convocaría a elecciones anticipadas, una exigencia de Madrid para frenar la aplicación del artículo 155 de la constitución que prevé la intervención del gobierno regional y la suspensión de la autonomía.

El líder catalán anunció una declaración que pospuso en dos oportunidades, a la espera de que el Gobierno de Mariano Rajoy le diera garantías de que no aplicaría el artículo 155 si anticipaba los comicios. Esta era hasta hace unos días la condición que ponía el presidente español, pero con el proceso en marcha parece haberla abandonado.

Fueron horas frenéticas en toda España, con negociaciones cruzadas en Madrid y Barcelona. Por un lado, entre Puigdemont y sus aliados, que tras el anticipo de que habría elecciones anticipadas empezaron a marcar diferencias. Por otro lado, Rajoy con el Partido Socialista, que pretendía dejar por escrito que ante un llamado a elecciones se suspendía la aplicación del 155

Pero esto no sucedió y Puigdemont finalmente hizo su declaración y dijo que no obtuvo "una respuesta responsable"ni "suficientes garantías" de Rajoy para convocar a elecciones. "Nadie puede decir que no hice sacrificios por el diálogo", se defendió.

Párrafo seguido, Puigdemont indicó que "corresponde al Parlament proceder con lo que la mayoría parlamentaria determine en relación a las consecuencias del 155", lo que podría abrir la puerta a que se levantara la suspensión de la declaración unilateral de independencia. Poco después, efectivamente se inició la sesión en la que se discutirá la posición frente a la aplicación del artículo 155.

Entre las primeras reacciones, el referente del PSOE en Cataluña, Miquel Iceta, dijo que esa fuerza va "a seguir insistiendo" en alternativas para evitar la aplicación del artículo 155, especialmente en la convocatoria de elecciones en el Parlament.

Pero con la marcha atrás de Puigdemont, los grupos independentistas volvieron a la carga y la coalición parlamentaria Junts pel Sí ratificó su intención de hacer efectivos los resultados del referéndum del 1 de octubre.

La nueva situación frenó un cisma entre los independentistas catalanes, ya que apenas conocida la posibilidad del llamado a elecciones se produjo la renuncia de dos diputados, mientras que los más radicales como el CUP de Barcelona y el ERC amagar con romper la alianza con Puigdemont.