Las principales plazas de Madrid y Barcelona se poblaron de gente bajo la consigna "ParlemHablemos", un llamado al diálogo que saque la situación del atolladero en la que está, ante la negativa de Marioano rajoy de iniciar una negociación y del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de suspender la desconexión.
En Madrid la manifestación tuvo picos menos dialoguistas, como se hizo sentir en la Plaza Colon, con una multitud abrazando banderas españolas, en mástiles o anudadas como pañuelo, coreó lemas como "Cataluña es España, no nos engañan", "Puigdemont, a prisión".
Mientras que en la Fuente de la Cibeles una multitud acaso incluso mayor, se abrazó a la consigna dialoguista, en un intento por desmontar la polarización, que desde la polÃtica empujó Podemos.
Mientras que la manifestación de la Plaza Colón fue convocada por la Fundación DENAES, "para la defensa de la Nación Española", cuyo portavoz, Iván Espinosa, explicó a la agencia AFP que "hemos estado 40 años cediendo terreno al nacionalismo".
En la manifestación de la Cibeles, los manifestantes iban vestidos de blanco, sin banderas, aplaudiendo y levantando las manos. "Se ha aumentado mucho la tensión y la violencia. Cada vez va a peor. Da mucho miedo tanta violencia. Se he generado mucho miedo y eso es peligroso", dijo a la agencia AFP Yurena DÃaz, una médica de 36 años.
En Barcelona también se llenaron las calles. En la plaza Sant Jaume frente al ayuntamiento y al palacio de la Generalitat -el gobierno catalán- hubo otra convocatoria dialoguista de ParlemHablemos, que promueve una solución pactada.
Las manifestaciones se producen en un contexto de presión a Puigdemont para que abandone su proyecto de declarar unilateralmente la independencia, con la salida de la región de compañÃas emblemáticas como como CaixaBank, Gas Natural o Banco Sabadell, a las que este sábado se sumó Aguas de Barcelona.
Hasta ahora la mudanza es más bien de radicación de la sociedad que de inmuebles o de operaciones, pero es una amenaza seria de lo que podrÃa ocurrir en el plano de la economÃa real, si la desconexión avanza.
La fuga de empresas y hasta las advertencias del FMI aumenta la inquietud en una España, que no habÃa alcanzado a recuperarse de su pasada crisis económica, cuando esta situación la sumió en la peor crisis polÃtica de la era democrática.
El gobierno de Mariano Rajoy se niega a aceptar el diálogo o una mediación alegando que Puigdemont vulneró la legalidad al organizar el referéndum de independencia, reprimido de manera violenta por la Guardia Cilvil y la PolicÃa Nacional, y el presidente catalán no da signos de abandonar su objetivo.
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- 108/10/1720:59Papelon historico el de la izquierda española el domingo pasado