El “efecto Córdoba” se sigue multiplicando y la crisis policial se extendió anoche a Entre Ríos y Chubut, al tiempo que se mantienen los conflictos en Buenos Aires, Santa Fe y Chaco. El cese de tareas de los efectivos dio lugar a una nueva noche de violencia en algunas ciudades, con los hechos más graves en Concordia y Mar del Plata.

La situación más delicada se dio en la localidad entrerriana de Concordia, donde anoche murió una persona que presuntamente participaba de un saqueo. Según Sergio Urribarri, se trata de "un joven de 22 años que estaba saqueando un comercio y quedó electrocutado". El mandatario provincial dijo que hubo coordinación entre los saqueadores y los policías acuartelados, y confirmó que intervinieron Prefectura y Gendarmería.

Concordia es el epicentro de la protesta policial en esa provincia, donde los efectivos reclaman un salario mínimo de 10 mil pesos. Pero también hay manifestaciones en Paraná, Gualeguaychú, Colón, San José, Federación y Villa Elisa, aunque sin acuartelamiento.

El gobernador ya adelantó que no negociará con los policías acuartelados y aseguró que "la mayoría de ellos tienen antecedentes que los han llevado a ser exonerados o apartados de la fuerza". "Con ellos no negociamos su actitud está configurada en el código penal bajo la figura de sedición", agregó.

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En la provincia de Buenos Aires, la tensión va creciendo y la ciudad de Mar del Plata vivió una noche de extrema tensión. Ayer, más de cien policías se acuartelaran en al menos cuatro reparticiones y la situación dio paso para que durante la madrugada se produjeran doce saqueos en locales céntricos.

El intendente Gustavo Pulti confirmó los hechos de violencia y pidió que los negocios se mantengan cerrados durante la jornada. "Hemos recomendado a las grandes superficies comerciales, a las cadenas, a los supermercados, que durante la mañana de hoy eviten abrir sus puertas", aseguró.

"Reconocemos que hay una situación de conflicto, pero en las redes sociales hay una intención abierta de querer provocar una situación de caos", dijo Pulti, que indicó que "sólo el 50% de la policía está trabajando". Además, aseguró que hubo 17 detenidos.


La policía bonaerense mantiene también una protesta en la ciudad de La Plata, pese a que el sábado el ministro de Seguridad Alejandro Granados anunció mejoras para los efectivos.

En la capital provincial grupos de efectivos mantenían esta mañana su concentración frente al edificio de la Infantería, donde desde ayer reclaman un sueldo mínimo de 12.500 pesos. Esta situación provocó que anoche se reunieran de emergencia el ministro Granados y su par de Economía, Silvina Batakis.

Además, obligó a un regreso anticipado del gobernador Daniel Scioli, que participaba de un encuentro internacional en Río de Janeiro, donde se fotografió sonriente con Bill Clinton. "Estamos evaluado distintas alternativas (ante los reclamos de aumentos salariales), pero no en el marco de una extorsión y tomar de rehenes al conjunto de la sociedad con una decisión imprudente", se quejó Scioli.

"Desestabilización"

Mientras la situación se complica cada vez en esas provincias, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, salió a echar nafta al fuego y acusó a los policías de atentar contra la democracia. Además, ratificó que el Gobierno nacional no hará aportes extras para que los gobernadores puedan otorgar los aumentos. 

Para el chaqueño -que sufrió las protestas durante su visita del fin de semana a su provincia-, se trata de "acciones deliberadas que pretenden generar caos y zozobra" y que buscan "poner en vilo a la sociedad". Además, le apuntó a los policías y dijo que "deben ser protectores de los ciudadanos y no promotores del caos".

Capitanich calificó como "extorsión" las protestas policiales y reclamó avanzar en "una hipótesis de investigación para investigar quiénes llevan adelante estos procesos de desestabilización y que la Justicia pueda castigar severamente a los responsables".

El jefe de Gabinete también relacionó los hechos con el 30º aniversario de la democracia. "No es casualidad que esta caricatura de efecto autoritario pretenda socavar las bases de legitimidad democrática, cumpliendo la República Argentina 30 años de democracia ininterrumpida", declaró en conferencia de prensa.

Por último, Capitanich indicó que no es fácil resolver los conflictos con los acuartelados porque “no había personería unificada en el proceso de negociación”. En ese sentido, insistió en que "no puede existir sindicalización para una persona que porta un arma".