Cristina Kirchner desplazó de la campaña nacional -pero sobre todo enfocado en Martín Insaurralde- al publicista Martín Mercado, autor del slogan “En la vida hay que elegir”, como parte de un apresurado cambio de rumbo que busca darle a la campaña; que incluyó en las últimas horas un llamado urgente a algunos gobernadores para pedirles “un esfuerzo más”.

Como anticipó LPO en su momento, Cristina había optado por desplazar al tridente que siempre está a cargo de la mayoría de las campañas de la Casa Rosada: el publicista Francisco Braga Menéndez; el secretario de Comunicación, Alfredo “Corcho” Scocimarro y la productora cautiva La Corte, a cargo de los videos de los actos.

La sedujo Mercado, director de la agencia de publicidad Young & Rubicam y autor del polémico spot sobre los atletas argentinos que compitieron en los Juegos Olímpicos de Londres, filmado en las Islas Malvinas.

Especialistas consultados por LPO consideran que el fracaso del slogan “En la vida hay que elegir” era previsible por varias razones: "Elegir siempre es incómodo porque te perdés algo, pero además si te lo hacen imperativo, peor", afirmó uno de ellos.

No fue el único error. El slogan, imaginado como una continuidad del exitoso "La fuerza de" elaborado por Mercado para la campaña del 2011, miraba hacia el pasado en una campaña más revindicativa que propositiva, sin hacer una mínima lectura política: El país no es el del 2011 y el Gobierno acumula de duedas pendientes y problemas graves a resolver.

 "Además, confirma la tesis opositora sobre la división del país por parte de Cristina, es la contracara perfecta de "Ella o Vos" o el "Argen Tina" de Stolbizer, nos hicimos cargo de dividir el país", agregó a LPO otra fuente de acceso a la campaña, que confirmó el volantazo de Cristina. 

No fue la única crítica. También se cuestionó la desacertada idea de poner en los afiches imagenes generales o en el mejor de los casos, planos muy abiertos en los que se ve muy de lejos y entre gente a Cristina e Insaurralde.  “Teníamos que instalar un candidato que nadie conocía y ni lo mostramos”, admiten. En ese sentido, remarcan que a pesar de tener un conocimiento mucho más alto, Sergio Massa no se equivocó en lo básico: "Puso su cara y habló de futuro".

Por eso, la nueva campaña de Insaurralde, que es de "transición" -hasta que se forme un nuevo equipo y se lance el 22 de septiembre la nueva propuesta a la calle- casi copia la de Massa. Se ve el rostro gigante del intendente de Lomas de Zamora, acompañado por su nombre, sin ninguna referencia al Frente para la Victoria y con el slogan: "Hoy hay futuro y es de todos".

Por si fuera poco, la ausencia de productora La Corte se hizo sentir por las demoras en las transmisiones de los actos en los canales de televisión afines, donde la histórica productora K tiene fluidos contactos. Los tapes llegaban muy tarde o directamente no llegaban.

Conciente del error, Cristina aceptó provincializar la campaña -ya no habrá una bajada nacional- y en la estratégica Buenos Aires le dio el control a Insaurralde. El candidato ya esta revisando guiones, reuniéndose con las distintas agencias que quieren quedarse con la cuenta y supervisando cada decisión. Ahora todos tendrán que hablar con él.

Por supuesto, que los más experimentados tienen un diagnóstico complementario: "El problema está en el Gobierno, no en la agencia de publicidad", resumen.

“Un esfuerzo” de los gobernadores

En las provincias el clima es de lo peor: en casi todas, las perspectivas del kirchnerismo son empeorar la performance de agosto. Por caso, en Mendoza temen que Cobos se quede con los custro diputados en juego y en Chubut que Das Neves se alce con las dos bancas. Es el escenario calcado de otros distitos: En donde el PJ ganó por poco ahora teme perder y donde perdió teme paliza histórica.

Los gobernadores dejaron ver el pánico que tiene por la derrota esta semana, cuando, convocados por la Casa Rosada, pegaron el faltazo al acto de Cristina en Tecnópolis. Fue la muestra de que todos coinciden en la necesidad de provincializar las campañas electorales. La Presidenta ni siquiera se dio una vuelta por Corrientes, para el cierre de su protegido Carlos Espínola, intendente de la capital. Contra la pared, uso el reclamo en beneficio propio, como anticipó LPO: Decidió provincializar la campaña para que cada gobernador se haga cargo de su resultado y en la provincia el elegido no es otro que Daniel Scioli, a quien el kirchnerismo ya planea colgarle el sayo de "padre de la derrota".

En los últimos días, Cristina unicamente se tomó el trabajo de llamar a algunos de ellos, pero fiel a su estilo no les permitió opinar sobre las causas que llevaron al oficialismo a esta encerrona. “Les pido un esfuerzo más”, exigió. Y cortó sin dejar margen para escuchar alguna sugerencia o autocrítica.