Desesperados por evitar robos, Ciudad Evita se convirtió en un rudimentario barrio cerrado. El crimen de un ex policía de Seguridad Aeroportuaria, baleado en un intento de robo, puso a todos en acción. Desesperados y con miedo los vecinos decidieron cerrar con tachos las calles para así poder monitorear y estar alertar a la entrada de extraños.
Por eso, unos 500 vecinos volvieron a concentrarse esta tarde y marcharon hasta la delegación municipal en reclamo de seguridad y justicia.
Cinco son las manzanas que delimitaron bloqueando accesos con contenedores de 200 litros unidos con cintas, para armar circuitos en zig-zag para que los autos deban circular a baja velocidad y poder vigilar de cerca los movimientos.
Gustavo Quiroga, fue asesinado de un tiro en la pierna cuando intentó evitar un robo en la puerta de su casa, frente a su esposa y su hija de un año.
El lunes, cerca de la medianoche, Quiroga regresaba a su casa con su mujer y su hija de un año luego de hacer las compras. Al llegar, delincuentes intentaron ingresar a su vivienda ubicada en El Viguá y La Picanilla, por lo que el oficial retirado saco su arma y comenzó un tiroteo en el que hubo más de 18 disparos. La víctima recibió un impacto en la arteria femoral de la pierna y murió luego de ser trasladado al hospital de Ciudad Evita.
Reunidos frente al lugar del crimen, unos 300 vecinos debatieron durante casi dos horas posibles medidas a tomar. Realizaron propuestas y, luego de escuchar a los que habían padecido la pérdida de algún familiar en manos de la inseguridad, decidieron movilizarse hasta la comisaría del barrio.
“En un zona que alguna vez estuvo tranquila, ahora tenemos que dar vueltas para entrar a nuestra casa, todos nos vemos sospechosos, nos sentimos con miedo y desprotegidos porque las autoridades no nos cuidan. Vamos a hacer lo que sea para que nos escuchen, estamos cansados de que todos los días se repita la misma historia y de que se desarmen familias enteras”, contó Luis, uno de los vecinos.
"Infinidad de veces nos robaron. Todas las casas, o el 90 por ciento, fueron prácticamente desvalijadas. Nosotros sabemos que no es la solución definitiva al problema, de hecho para eso somos ciudadanos y pagamos los impuestos para que nos cuide la policía, como tiene que ser", dijo esta mañana Damián, un vecino, al canal de noticias TN.
"Los vecinos compramos tambores de 200 litros y tuvimos que cerrar calles para llamar la atención y para que no venga gente extraña a robar por los hechos delictivos que vivimos, gente que no es de acá, que vino a robar armada, que se quiere meter a las casas para hacer entraderas. Entonces, como la ciudad es media complicada para el que no es de acá, lo que se nos ocurrió para prevenir la inseguridad fue poner los tachos", agregó Damián.
Ellos saben que no es la solución definitiva. Incluso son conscientes de que la medida es conflictiva para los que deben entrar al barrio, como los remiseros o los camiones recolectores de basura. Sin embargo, sienten que es la solución que tienen más a mano, frente a la falta de ayuda de quienes tienen la responsabilidad de velar por su seguridad.
Al respecto, Guillermo, otro vecino, contó: "Fuimos a pedir respuestas a las autoridades, pero no nos las pueden dar, nos dijeron que no tienen personal, que no tienen móviles, entonces nos vemos en la obligación de tomar medidas por nuestra cuenta. No sé si es muy eficiente o poco eficiente. Hasta ahora da resultado y se va multiplicando cada vez más”.
"Ayer hicimos una marcha por la muerte de Quiroga y nos juntamos casi 500 vecinos, después marchamos a la comisaría, hablamos con el jefe de la Departamental. Lo que pasa es que Ciudad Evita tiene 260 mil habitantes, y hay seis patrulleros para cuidarnos. Es una locura", contó Damián.
Los vecinos adelantaron que el martes 20, a las 20, convocaron a otra marcha a vecinos de otras localidades de La Matanza, como Aldo Bonzi y Tapiales. "Porque el jefe de la Departamental nos iba a dar respuestas. Si eso no pasa, vamos a cortar la Ricchieri", cerró.