El cierre de listas del Frente para la Victoria generó un cimbronazo en la CGT que conduce Antonio Caló, que se vio perjudicada con un reparto donde apenas consiguió una candidatura con posibilidades de ingreso al Congreso de la Nación, la de Oscar Romero (SMATA) como número 11 en territorio bonaerense.
Sin embargo, el dato más fuerte y el que generó una crisis al interior de la central oficialista es la sorpresiva postulación de Héctor Daer en lista de Sergio Massa. El dirigente de Sanidad y vocero de la CGT de Caló aparece décimo en la nómina del Frente Renovador, dando por hecho el pase de “Los Gordos” a las filas del intendente de Tigre.
“El Poder Ejecutivo no nos tuvo en cuenta para debatir ni tuvo en cuenta a la CGT como un actor protagonista. No entendemos por qué en un gobierno peronista desapareció el salario familiar, cada vez más trabajadores son alcanzados por el impuesto a las ganancias y los salarios son erosionados por la inflación”, lanzó Daer en una entrevista que publica hoy La Nación.
Pese a que el núcleo duro de “Los Gordos” (Oscar Lescano y Armando Cavalieri principalmente) ya venía despachándose con críticas al Gobierno nacional, todavía se mantenía dentro de la estructura de la CGT oficial y Daer era uno de los que sostenía el vínculo con Caló.
"La CGT es un espacio plural", dijo Daer ayer en Radio América, pero inmediatamente después el encargado de responderle fue Oscar Romero. "La candidatura de Daer no se debatió en el seno de la CGT", afirmó y dijo que "estar con Massa va a implicar dar explicaciones".
"Por ahí Daer puede hablar de Asignaciones y Ganancias con De Mendiguren, abanderado de la devaluación, con Adrián Pérez o los del PRO", chicaneó el segundo de SMATA, el único sindicalista en la lista bonaerense del FPV.
De todos modos, el principal malestar de la CGT tiene que ver con la falta de lugares en las listas oficiales. “Nosotros tenemos el deseo de participar en las próximas elecciones para seguir este modelo y, además, tenemos candidatos suficientes para hacerlo”, había dicho Caló hace algunas semanas, un pedido similar al que hizo el taxista Omar Viviani.
Además de Romero, el sindicalismo tendrá dos lugares testimoniales en la Ciudad de Buenos Aires. Zunilda Valenciano, de UPCN, quedó octava en la lista de diputados nacionales y el líder de los porteros, Víctor Santa María, es el primer senador suplente.
En el mismo sentido, la designación de un integrante de SMATA parece más un premio a la lealtad del titular del gremio, Ricardo Pignanelli, uno de los pocos sindicalistas que Cristina Kirchner suele elogiar en público. Además, la presidenta mantuvo al ex abogado de la CGT de Moyano, Héctor Recalde.
La CTA también
La tormenta en la CGT oficialista tiene su versión en la CTA de Hugo Yasky, encolumnada con el gobierno nacional y con fuerte vínculo con Martín Sabbatella. Sin embargo, también sufrió una fuga al massismo y generó malestar. El intendente de Tigre anotó en su lista a Fabián “Moncho” Alessandrini, delegado de ATE Zona Norte.
Ayer, la central de Yasky rechazó que acompañe la lista de Massa y afirmó a través de un comunicado que “La decisión de Alessandrini de formar parte del espacio de Massa es personal y no cuenta con el apoyo de la CTA”.
Además, la entidad reafirmó su compromiso con el FPV –donde no consiguió ningún lugar en las listas- y acusó a Alessandrini de “oportunista”.