La pelea del intendente de Hurlingham, Luis Acuña con la Casa Rosada, derivó en un insólito conflicto al interior de la CGT oficial que conduce el metalúrgico Antonio Caló. Uno de sus hombres de mayor confianza, Humberto Bertinat, concejal que en algún momento tuvo aspiraciones de suceder a Acuña, es además, Secretario Adjunto de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia de Buenos Aires que conduce Oscar Ruggero.
Tras la ruptura de la CGT, la Federación de Municipales se alineó con la CGT oficial que conduce Antonio Caló y obtuvo un lugar en la Comisión Directiva, que ocupó Bertinat, reveló el sitio Buenos Aires 2.0.
Sin embargo, el feroz enfrentamiento de Acuña con Cristina Kirchner terminaron impactando en la central oficialista, a punto tal que el mensaje de Caló hacia Ruggero, habría sido más que claro: "O Bertinat se pone en sintonía con la línea de la CGT, o tiene que dejar el lugar a otro compañero".
Escándalo en el Concejo
En la última sesión del Concejo Deliberante de Hurlingham, los concejales alineados con el kirchnerista Juanchi Zabaleta fueron agredidos verbalmente y no se les permitió opinar sobre los temas en tratamiento.
En la sesión se trataba nada menos que la rendición de cuentas de Acuña, que viene muy enojado con Zabaleta porque le quitó en los últimos tiempos cinco concejales y armó una bancada kirchnerista que se sumó a la oposición más cerrada.
Cuando intentaban objetar algunos de los temas sometidos a tratamientos, los concejales de Zabaleta recibían insultos, silbidos, risas socarronas y una lluvia de papelitos, con presuntas acusaciones. Estas agresiones se suman a la que sufrió Miguel Quintero, uno de los concejales kirchneristas, cuando le prendieron fuego el auto que había estacionado en la puerta del Concejo.
Luego del tumulto, Acuña consiguió aprobar la rendición de cuentas gracias a la ayuda de Romina Fernández del Pro y Rodrígo Álvarez, hoy ligado al massismo.