La Política Online publicó en la mañana de este martes que el presidente del Mercado de Liniers, Roberto Arancedo, está evaluando deshacerse del stock de cría que tiene en campos arrendados localizados en la zona bonaerense de Gral. Madariaga.

La información -que fue debidamente chequeada con al menos dos fuentes del sector ganadero- fue negada por Arancedo, quien de manera rotunda afirmó en diálogo con este medio que “no pienso vender ni una pata de mi stock”.

El número uno del mercado de hacienda más importante del país reconoció que la ganadería vacuna “no está atravesando su mejor momento”, pero aclaró que “no tengo en mente liquidar mi rodeo; eso es algo muy fuerte que no pasa por mi cabeza”.

“Que los productores tomen decisiones de vender parte de su rodeo no significa que estén liquidando stocks. Uno puede vender 100 cabezas para comprar una máquina o construir un galpón, pero eso no quiere decir que me esté retirando del negocio”, dijo.

El artículo publicado por LPO titulado “La crisis ganadera se agrava: hasta el titular de Liniers liquida su rodeo”, generó un alto grado de revuelo en el sector dado que grafica de forma inmejorable el crítico momento que está experimentando la actividad.

En este sentido, los últimos informes que provienen del sector privado indican que en los últimos meses se inició una nueva fase de liquidación de rodeos vacunos producto de los altos niveles de inflación que licuaron la rentabilidad de los productores.

El peso de Samid y el Peronismo

Ya en horas de la mañana en el mercado porteño -situado en el barrio de Mataderos (y no en Liniers como indica su nombre)- había mucha inquietud entre los principales operadores por la noticia que dio a conocer este medio.

En el Mercado de Liniers existió desde siempre una fuerte influencia del Peronismo y de Movimientos Sindicales vinculados al Gobierno nacional. De hecho, el principal operador del predio es el empresario kirchnerista Alberto Samid.

Allí Samid montó desde hace años una fuerte estructura de compra/venta de hacienda. “El monopolio que tiene Samid es enorme y él a través de sus amigos ejerce todo tipo de presiones para reinar ahí dentro”, comentó una fuente muy conocedora del tema.

Una muestra del poder del multi-empresario K es que gracias a sus “gestiones” todavía no se pudo trasladar el Mercado de Liniers a la localidad de San Vicente a pesar de que en 2001 la Legislatura porteña sancionó una Ley que prohibía el ingreso de ganado en pie a Capital Federal.

En el entorno de Samid aducen que esta mudanza le generaría al carnicero un costo económico muy alto que no está dispuesto a asumir (por tal motivo consiguió algunas normativas posteriores que establecieron distintas prórrogas de esa medida).