El contexto internacional no puede ser más favorable para salir a financiarse en los mercados, sobre todo para los que están en vías de desarrollo.

El inaudito nivel de liquidez a nivel mundial desplomó las tasas de interés a un porcentaje históricamente bajo. Y a excepción de la Argentina, los países de la región han sabido aprovechar la situación. Pero el gobierno argentino sigue empecinado en seguir afuera de los mercados, perdiendo la oportunidad de financiarse a bajo costo para la construcción de grandes obras de infraestructura.

Ese es el diagnóstico que se desprende del último informe de Idesa. Según ese centro de estudios, “una obra para mitigar inundaciones, la red de agua potable y cloacas, el pavimentado de un pueblo o ciudad, involucran recursos que escapan a las posibilidades financieras de cualquier presupuesto municipal". "Análoga situación se presenta con obras de mayor envergadura, como caminos, autopistas, puentes, vías férreas, represas y viviendas, para el caso de un presupuesto provincial”, explican.

El trabajo argumenta por qué es inviable afrontar esas necesidades con recursos propios. “Afrontar estas obras con recursos corrientes, obligaría a distraer fondos públicos de otras necesidades sociales, como la educación, la salud y la seguridad pública”. Es decir, implicaría un ajuste en otras áreas que el sistema político y social no podrían soportar.
 
“En cambio, con financiamiento a largo plazo y bajas tasas, los planes de inversión pública son mucho más factibles de realizar ya que el alto monto de las obras se distribuye en cuotas bajas a lo largo de mucho tiempo”, proponen desde Idesa.

Una fuente de la city porteña, confió a LPO que un gobierno "pro-mercado" conseguiría fácilmente 50 mil millones de dólares en su primer año de mandato.

En ese sentido, el documento de Idesa agrega que “como el mercado local de capitales es muy reducido, el crédito internacional es imprescindible”.

Para tener una idea del costo actual que conlleva tomar deuda, hay que observar la tasa de interés de los títulos de deuda que emite el Tesoro de los Estados Unidos. Mientras esa variable estuvo en un promedio del 10% en la década del 80’, bajó al 6% en la de los noventa y durante la última década siguió cayendo hasta llegar a un nivel récord del 4%.

El año pasado, la tasa de interés estuvo en un 1,7%, por debajo de la inflación del 2% anual que tiene EEUU. Es la más baja en los 140 años que van desde que existen registros oficiales.

“Estos datos muestran con claridad que en las últimas tres décadas nunca hubo en el mundo tanta liquidez disponible para financiar obra pública de largo plazo como en los últimos años”, detalla el informe.

"Mientras Argentina sufre severos déficits de infraestructura, en el mundo \'llueven\' las oportunidades para financiar proyectos de obra pública con préstamos de largo plazo y muy baratos. Las recientes inundaciones se destacan por su visibilidad, pero son apenas un testimonio de carencias mucho más generalizadas", apuntan desde Idesa.

"La oportunidad histórica se desaprovecha por las actitudes de confrontación internacional. Aquí se destacan la no resolución del default del año 2002, el enfrentamiento con el FMI por la distorsión de las estadísticas del INDEC y los litigios en el CIADI donde Argentina es uno de los países que más conflictos acumula", concluye el documento.