El radicalismo bonaerense eligió al ex intendente de Necochea Daniel Molina como presidente de la Convención de la UCR provincial y emitió un documento con duras críticas al kirchnerismo al que identificó con un "sistema populista-clientelar" que genera "un clima beligerante y de imposición de verdades únicas".

"El Gobierno se niega a dialogar, a admitir alternativas que no surjan de su propio riñón; menoscabando así, las instituciones de reaseguro de la república", advirtió la UCR y cuestionó los intentos del oficialismo por perpetuarse en el poder al señalar que "pecaríamos de ingenuos al suponer que el proyecto reeleccionista se halla archivado".

Los radicales bonaerenses dijeron estar "convencidos de que el gobierno insistirá con su plan central, por una u otra vía intentará facilitar un tercer mandato de Cristina Kirchner" y en ese marco, afirmaron que la UCR "será un protagonista central en la defensa de la Constitución y la legalidad republicana".

En la convención, realizada ayer en Olavarria, los radicales votaron a Molina como nuevo presidente, armaron una junta electoral con mayoría del sector Morena que responde a Ricardo Alfonsín e instruyeron al órgano ejecutivo del partido a iniciar gestiones para la conformación de frente con fuerzas políticas e ideológicamente afines.

El encuentro no careció de polémica, dado que el sector que responde al intendente Gustavo Posse no participó de la convención y solo verificó la legalidad de la Convención.

En el documento contra el kirchnerismo, señalaron que desde la llegada del kirchnerismo al gobierno hay una "clara expresión del sistema populista-clientelar, impera un clima beligerante y de imposición de verdades únicas, que se confrontan sin posibilidades de conciliación".

"La Provincia de Buenos Aires, gobernada desde hace 25 años por el partido oficial, se debe considerar como una parte sustancial del modelo gobernante, al que le ha proveído reiteradamente de sustento electoral", advirtió la UCR y apuntó que "de modo creciente, sufre una grave decadencia y se halla en un estado de inviabilidad económica y financiera".

Y, remarcó que "el gobierno de Daniel Scioli fue y es absolutamente funcional al gobierno nacional, sobrecarga a los bonaerenses para compensar su incapacidad de defender nuestros intereses ante un gobierno nacional hegemónico y cada vez más unitario".

Además, alertó que "la pobreza sigue rompiendo el tejido social y lastimando derechos básicos como la educación, la salud y el transporte que son negados a millones de argentinos", lo que genera una "sociedad fragmentada, sin movilidad, que alimenta un paulatino rencor social y una creciente violencia".

"Esta realidad social constituye un campo propicio para el recrudecimiento de la inseguridad, agravada por la falta de políticas públicas preventivas de largo alcance", acotó y condenó "el lamentable avance de la droga".

Por otra parte, sostuvo que "una economía sin crédito, con innegables problemas macroeconómicos que desalientan la inversión y el empleo y una persistente y elevada inflación que golpea el bolsillo, especialmente de los sectores de ingresos fijos y que perturba el clima de negocios, preanuncian un fin de ciclo, que el gobierno intenta ocultar".

"La negativa del Gobierno a debatir, en años de crecimiento, un sistema impositivo regresivo, que recauda cada vez más, de los que menos tienen, denuncia su falta de vocación para lograr una mejora auténtica en la distribución del ingreso", apuntó.

Ante ello, la UCR bonaerense ratificó su "irrenunciable objetivo" de oponerse "a los intentos hegemónicos del gobierno".

En ese marco, abogó por "la construcción de un espacio auténticamente progresista" que "constituya una alternativa coherente, capaz de reemplazar el actual modelo desde una visión de centro-izquierda, que avente las chances de una nueva experiencia neoliberal noventista".