El gobierno de Venezuela anunció una devaluación de casi 50% de su moneda respecto al dólar. El ministro de Planificación y Finanzas del país bolivariano, Jorge Giordani, informó que a partir de hoy el tipo de cambio oficial saltará de 4,3 a 6,3 bolívares por cada billete verde.

Así, la tasa de devaluación implementada por el chavismo alcanza el 46,5%. De esta forma intentará acortar la brecha cambiaria con el dólar paralelo, que llegaba hasta el 220%.

En la Argentina esa diferencia está por encima del 50%. Y si bien a más de uno el sacudón que pegó el gobierno de Chávez pudo recordarle al Rodrigazo, lo cierto es que por el momento los economistas no prevén una medida similar por parte del kirchnerismo, al menos en lo que respecta al corto plazo.

El último en hacer referencia a ese proceso fue el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, cuando ayer criticó los controles de precios implementados por Guillermo Moreno a los supermercados y cadenas de electrodomésticos.

En abril los precios volverán a ajustarse. Les dirán a los sindicatos que no podrán pedir más aumentos. Esto ya pasó con (Celestino) Rodrigo, con Isabel (Perón). Las magnitudes son diferentes pero el mecanismo es el mismo", declaró Lavagna. "Los sindicatos ya saben lo que va a pasar. Y van a exigir la
inflación real", añadió.

En 1975 ministro de economía de Isabel Peron, Celestino Rodrigo, implementó un durísimo ajuste de tarifas y devaluó un 160% que llevó a una incontrolable espiral entre precios y salarios.

Los especialistas advierten que puede ser un camino inexorable si no se corrige el rumbo actual de la política económica.

“Venezuela está unos tres o cuatro años delante de nosotros, es uno de los escenarios posibles en caso de que durante ese período no se tomen medidas para revertir la situación”, sostuvo el economista de Elypsis Luciano Cohan.

El especialista señaló que “se está lejos del Rodrigazo” y que hoy “el año más comparable es el 71’ o 72’ ”.

Lo cierto es que la situación de Venezuela es bastante peor que la Argentina, ya que en ese país era casi imposible comprar un dólar, incluso en el mercado paralelo, donde llegaba a cotizarse por encima de los 20 bolívares.

Por su parte, Eduardo Curia explicó que el gobierno todavía cuenta con algunos elementos para evitar una devaluación lisa y llana de esa magnitud, una oportunidad que por el costo político que implica Cristina podría haberla tomado ni bien asumió su segundo mandato, en el 2011.

Pero ahora la necesidad pasa por la coordinación entre los distintos organismos del estado y los funcionarios, que permitirían “acompañar ciertas mejoras en el ciclo de negocios en base a una mejor cosecha y la reactivación de Brasil”.

Curia es un defensor de los primeros años del kirchnerismo: desde el 2002 hasta el 2007, “un año de transición”, destaca. “A partir de ahí nos hemos ido acercando al modelo venezolano”, consideró el economista.

Por otro lado, desestimó en parte la opinión de Lavagna, al que se debe tratar como “un opositor político”. “El que quiera encontrar analogías con el Rodrigazo las va a encontrar”, remarcó.

“Él habla desde el lugar de haber conducido en materia económica gran parte de un momento muy destacado de la economía argentina, que no es el caso de ahora. Las circunstancias están empalideciendo”, concluyó.