Antonio Bonfatti echó al jefe de la policía de Santa Fe, Cristian Solá, en medio de una sucesión de crímenes vinculados al narcotráfico en la ciudad de Rosario.

Solá llegó a su cargo en octubre en reemplazo de Hugo Tognoli, desplazado tras una investigación de la policía aeroportuaria que lo vinculaban a la red de narcotráfico. Tognoli estuvo preso unos días recuperó su libertad pero no su cargo.

Quien fue su reemplazante carga sobre sus espaldas una investigación sobre enriquecimiento ilícito, tal como reconoció el propio ministro de seguridad, Raúl Lamberto, ante los legisladores peronistas. Su salida representa el primer desplazamiento de un policía que hace Bonfatti desde que se conoció la ola de asesinatos en Rosario.

Sólo el año pasado se registró una muerte cada dos días y este año el promedio aumentó. En la mayoría de los casos se trata de ajustes de cuentas.

En enero fueron baleados tres militantes del Movimiento Evita en el barrio Alberdi, donde una ex integrante de la organización manejaba una cocina de drogas, según revelaron sus propios miembros.

Los líderes del Evita le pidieron a Lamberto que echara al subcomisario del barrio, sobre quien caen pruebas de complicidad con los narcos. Pero Lamberto se negó.

Ahora Bonfatti sorprendió con el anuncio oficial de que cambiaría la cúpula policial. El nuevo jefe de la policía será Omar Odriozola y el subjefe será el director general Raúl Ardiles.

Odriozola se encontraba al frente de la Unidad Regional I, departamento La Capital; y previamente a ello había estado a cargo de la Unidad de Protección a Testigos y Querellantes de la provincia.