Julio De Vido no detiene sus mecanismos de contención a los intendentes de todo el país, un capital que el kirchnerismo considera clave para su construcción política.

Y en época de vacas flacas una de sus armas para contentarlos es el folclorista Oscar Esperanza Palavecino, más conocido como “el chaqueño”, aunque sea oriundo de Salta.

Desde hace no menos de un año De Vido acordó que “el chaqueño” visite en su nombre cada fiesta nacional que haya en el país.  “Es nuestro, cuando quieran lo llevamos”, dicen sin tapujos los laderos del ministro.

Una de sus primeras contrataciones fue en la fiesta de la Vendimia del año pasado. La semana pasada volvió a Mendoza, para actuar en la fiesta del Chivo, en la cuidad de Malagüe.

En 2012 Cristina Kirchner le quitó a De Vido el control del transporte y suprimió la obra pública, las dos armas que tuvo desde 2003 para convertirse en referente de los jefes comunales.

Rápido de reflejos, el ministro se adueñó de los decodificadores de la televisión digital, que también reparte en los distritos, y se hizo de los servicios del folclorista salteño.

Mauricio Macri no lo sabía cuando le propuso ser su candidato en Salta y, como era de esperar, no tuvo éxito. Deberá conformarse con el diputado Alfredo Olmedo, con partido propio y segundo en la pasada elección.

Esta noche, por ejemplo, Palavecino tocará en la fiesta del Golfo Azul, en la localidad rionegrina de Las Grutas, que empezó el miércoles y finalizará el domingo, con actuaciones de Peteco Caravajal, Dyango y Las Pelotas, entre otros.

“Al chaqueño lo subvenciona el Ministerio de Planificación”, confirmó a LPO una fuente de la municipalidad de San Antonio Oeste.

La cúpula devidista se instaló esta tarde en Las Grutas para repartir decodificadores y chequear que la presentación de Palavecino marche sobre ruedas.

El grupo lo lideran los hermanos Olazagasti, José María y Lucas, acompañados de los empleados que pululan por la secretaría privada del Ministerio, en uno de los últimos pisos del devaluado Ministerio de Economía.

Aun cuando ayer se aseguraba su presencia, De Vido no apareció hoy por la reunión de intendentes bonaerenses en Santa Teresita, liderada por Julián Domínguez y Amado Boudou.

Pero no se privará de dejar su marca en la provincia más grande: mañana los suyos desembarcarán en Villa Gesell, unos kilómetros más al sur, para repartir decodificadores.

La comuna la gobierna Jorge Rodríguez Erneta, presente en la reunión de hoy pero leal a Florencio Randazzo, uno de los rivales de De Vido en el Gabinete.