El mismo día que visitó en Cuba a Fidel Castro y a un convaleciente Hugo Chávez, Cristina Kirchner enfureció cuando supo que el gobierno porteño había llevado el boleto de subte de 3,50 y le pidió a Randazzo que intentara convencer a Macri de desistir.

El ministro convocó hoy a una audiencia de la agencia metropolitana de transporte para el viernes a las 11 para debatir exclusivamente sobre tarifas.

"El sistema del área metropolitana es multimodal y la decisión del jefe de Gobierno porteño afectará directamente a los usuarios del resto de los medios de transporte", señaló Randazzo hoy en un comunicado.

“Creo que entre las jurisdicciones tenemos que encontrar una alternativa que sea beneficiosa para todo el sistema. No estamos de acuerdo con el aumento y queremos evitarlo a través del diálogo", finalizó el funcionario.", completó el funcionario.

Según pudo saber LPO, Randazzo le pedirá a Macri conocer las razones del aumento y el dinero que en tal caso se ahorraría. A la agencia también debería asistir un representante de la provincia de Buenos Aires. 

Antes de viajar a Cuba, la presidenta le había sugerido al gobierno porteño que desistiera de llevar el boleto a 3,80, como se rumoreaba, pero sus palabras no tuvieron efecto: el viernes Macri propuso llevarlo a 3,50. Ni bien supo la noticia llamó a Randazzo y descargó su bronca.

La lectura de la presidenta es sencilla: si el subte es caro se verán afectados los usuarios de los trenes y muchos optarán por tomarse colectivos, que si bien subieron un 35% no tiene tarifas superiores a 1,7 o 2,3.

Por si fuera poco, las 33 líneas de colectivos que atraviesan Capital Federal fueron transferidas a la Ciudad de Buenos Aires por ley, pero el traspaso nunca se concretó. 

Justo cuando el Gobierno compró 409 vagones a una empresa china para reemplazar todos los vagones de las líneas Mitre y Sarmiento, donde también realizará 62 pasos a nivel y abrirá 9 puentes peatonales. Se trata de ocho millones de usuarios y muchos de ellos también toman subte.

Algo parecido pasará con la línea Roca, que la Nación planea electrificar. Todos sus ramales terminan en plaza constitución, que se conecta con el centro porteño por subterráneo.

Este año, por ejemplo, el Gobierno lanzó un servicio expreso entre La Plata y Constitución de ocho pesos, que con un aumento a 3,80 del subte perdería sentido ante un colectivo de 15 pesos.

“Es posible que haya alguien razonable en el gobierno porteño con el que se pueda hablar de estos temas. De lo contrario, confirmaríamos que Macri quiere un servicio propio”, confiaron a LPO fuentes del Gobierno.

La reunión del viernes tomó por sorpresa a Mauricio Macri, que discutirá el tema en la reunión de Gabinete de mañana.

Para comenzar a aplicarse el aumento del boleto resta una audiencia pública que de todos modos no es vinculante.