“Si yo fuera su asesor le diría que lo primero que se debe garantizar es la continuidad del proyecto. Y es muy importante que no se personalice porque se termina la persona y se termina el proyecto”, afirmó suelto de cuerpo el vicegobernador de Mendoza, Carlños Ciurca, cuando le pidieron su opinion sobre la reelección de Cristina que impulsan los ultra kirchneristas.

“Yo hablo de peronismo, no de kirchnerismo. Hay quienes sólo hablan del kirchnerismo y los respeto pero no coincide”, agregó el vicegobernador en una entrevista con el diario Los Andes, que formó parte de una recorrida mediatica de fin de año en la que buscó marcar la cancha con definiciones de fondo.

Es que Ciurca no es un vice más. Controla el PJ Mendocino donde ubicó al intendente Alejandro Abraham, al que ahora puja por imponer como primer candidato a diputado nacional. Es más, el vicegobernador ya avisó que esta vez no piensa someterse al dedazo de la presidenta para las listas nacionales y además reclamó que se desdoblen las elecciones para que el armado las candidaturas provinciales para despegarlas del desgate que acumula la Casa Rosada. Y no solo eso: ya avisó que par el 2015 su candidato es Scioli.

Una movida similar intentó instrumentar la catamarqueña Lucía Corpacci que buscó abrir el calendario electoral en marzo, pero ante las intensas presiones de la Casa Rosada que teme ir en soledad a los comicios de octubre, se desdijo, como anticipó LPO.

“No hay que desdoblar”

El intendente de San Martín, Jorge Giménez, afirmó: “No hay que desdoblar, debemos realizar las elecciones locales con las nacionales hasta con el peor de los escenarios. Tenemos que hacernos cargo de lo que hemos hecho y lo que no hemos hecho todos juntos. Esto no se puede definir por dos puntos arriba o abajo en las encuestas”. Giménez integra la línea “Azul” que dirige el mítico Juan Carlos Mazzón, muy cercano a Paco Pérez y la Casa Rosada

Juego propio

A nedie sorprendió en Mendoza el depliegue que hizo Ciurca en la gobernación la semana pasada, cuando asumiió interinamente el cargo por las vacaciones de Paco Pérez.

Muy lejos del habitual perfil bajo que utilizan los vices cuando no esta su jefe directo, Ciurca convocó a los medios a la Gobernación y realize anuncios rodeado de buena parte del gabinete, en el que tiene varios nombres propios.

Sus ansias de poder son bien conocidas en Mendoza y todos saben que llegó al cargo de vice como parte de una alianza un tanto forzada y en la que tuvo que resignar el primer lugar de la boleta, no por falta de poder politico sino porque Paco Pérez era el candidato peronista que major garantizaba el apoyo de la influyente clase media mendocina, que suele rehuirle a los candidatos “demasiado” peronistas como Ciurca.

Esta dualidad del poder de Mendoza comenzó a salir a la luz ante los síntomas de fin de ciclo que insinúa el cristinismo. MientraS Paco Pérez disfutaba de sus vacaciones en Córdoba, Circa aprovechó para dejar claro su alineamiento con Scioli, con quien viene manteniendo a través del jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, muchos más diálogos de los que trascienden.

Primereó así al gobernador, que pensaba abrir la discusión sobre el desdoblamiento en marzo. El énfasis del vice en definirse como “peronista” va en línea además con el debate ideológico que cruza al PJ: Mientras el dispositivo ultrakirchnerista que coordina Carlos Zannini quiere instalar una épica del “cristinismo” como instancia superadora del PJ, gobernadores con aspiraciones como Scioli o De la Sota proponer –junto a un amplio abanico que incluye a Moyano- un regreso al más clásico “peronismo”.

Oriundo de Las Heras, impenetrable bastión peronista desde 1983 a la fecha, Ciurca fue concejal, diputado provincial, ministro de Seguridad, ministro de Desarrollo y vicegobernador.

Su paso por Seguridad –área que sigue controlando-, alimentó el costado más negro de su leyenda que remite a un pasado en las Fuerzas y cierto manejo de los resortes más oscuros del poder.

Hombre de acción, es recordado porque ante un reclamo de los trabajadores del servicio de troles, siendo concejal de Las Heras, depositó un trole en la Peatonal Sarmiento, frente a la Legislatura, para protestar contra el gobierno del radical Roberto Iglesias. Un par de años más tarde, cuando asumió como diputado provincial, se lo inmortalizó en una foto tocando un bombo con el escudo del PJ, en plena Legislatura.

La oportunidad pérdida

La elección de Paco Pérez como candidato a gobernador lo sorprendió cuando creía que había llegado su momento. Con menos historia militante en el PJ mendocino, este abogado con fama de eficiente por su paso en el ministerio de Obras Públicas de Celso Jaque, le ganó la pulseada con su perfil de centro moderado que tanto entusiasma a los mendocinos.

Cuando quedó conformada la fórmula, la lectura fue: Pérez para seducir a la clase media y Ciurca a los peronistas puros. La tensión latente en ese binomio empezó a manifestarse este fin de año, ante las declaraciones explosivas de este vice que no disimula sus deseos de mostrarse como el hombre fuerte del gobierno.

Decidido a consolidarse como el hombre del “aparato” del peronismo mendocino, no dudó aún después de asumir la vicegobernación en armar una línea interna propia –de la que no participa Paco Pérez-, denomina La Corriente Peronista, que nuclea legisladores y a los más pesados intendentes.

Ciurca suma así el control directo de áreas claves del gobierno como la seguridad y la policía, el control de buena parte de la Legislatura, la presidencia del PJ y buena parte de los intendentes más pesados.

De este último dato podría explicarse la postura pro desdoblamiento de Ciurca, adelantando la discusión al menos dos meses a lo que desea Pérez. Los intendentes quieren asegurarse el control de su territorio y propician despegarse de la Casa Rosada, que viene en un proceso de declive muy distinto al rush victorioso del 2011.

A su vez, un dato poco conocido, desconcierta aún más: su hermano, Julio, fue durante años, mano derecha de Néstor Kircher cuando este era gobernador de Santa Cruz. De ahí, que cada vez que el ex presidente veía a Ciurca, lo llamaba “Carlitos”, y le dedicaba alguna grosería al oído.

Pero hoy la coyuntura hace que el grupo que lidera el vice mendocino tenga necesidades diferentes a las de la Casa Rosada. El factor Cobos, con una imagen positiva muy alta en Mendoza, desarmó la intención de Ciurca de enfrentarlo en octubre como diputado –prefiere preservarse para pelear la gobernación en el 2015-.

Y esa misma imagen positiva de Cobos es la que empuja también al desdoblamiento. Así, quedaría para la Casa Rosada el desafío de lidiar en octubre con el ex vicepresidente que sueña con su resurrección.

Es que competir con Cobos en elecciones unificadas, puede ser catastrófico para las aspiraciones del partido a nivel local. Se ponen en juego nada menos que la mitad de todos los concejos deliberantes, igual que los legisladores provinciales. A su vez, Pérez y también Ciurca han manifestado que es una carta de negociación con los radicales desdoblar las elecciones para destrabar la discusión por una eventual reforma de la Constitución de Mendoza, una de las pocas que resistió la marea reformista.