Su feroz ataque luego de la muerte de un joven no surtió efecto y tuvo que aceptar que su circunstancial enemigo sea “mimado” por la Casa Rosada. Es que la presidenta Cristina Kirchner desautorizó ayer al ministro del Interior, Florencio Randazzo, y recibió al intendente de Olavarría, José Eseverri, en una reunión con unos 60 jefes comunales.
Después del cacerolazo del miércoles, Cristina recibió a intendentes de la Segunda, Cuarta, Quinta, Sexta y Séptima secciones electorales la puesta en marcha del plan "Más Cerca: Más Municipio, Mejor País, Más Patria", por el cual los jefes comunales recibirán dinero para obras.
Entre los intendentes convocados se encontraba Eseverri. Según señala el sitio El Popular de Olavarría, si bien no hubo promesas de obras nuevas obras para la ciudad, el año sí se girarán los fondos para los trabajos en suspenso como la autopista Luciano Fortabat.
Justamente, Eseverri había sido atacado la semana pasada luego del asesinato de Jonathan Stramessi, quien fue muerto a la salida de un boliche en el distrito. Es que después de las protestas en Olavarría por el crimen del chico, un grupo de intendentes liderados por el tigrense Sergio Massa viajaron hasta la ciudad cementera para apoyar a Eseverri.
Allí estuvieron los jefes comunales de General Alvarado, General Lavalle, Villegas, Hurlingham, Mercedes, San Miguel, San Fernando. También participaron algunos referentes de la agrupación sciolista “La Juan Domingo”.
Inmediatamente, Randazzo salió al cruce de Eseverri y de los intendentes que les brindaron su apoyo.
“Hubiese sido muy bueno que se juntaran pero para pedir que se esclarezca la muerte de Jonathan. Los dirigentes políticos tenemos la obligación de pensar siempre primero en la gente. Para eso estamos. Juntarse a respaldar a un intendente cuando hay una familia que llora a un pibe y no sabe cómo murió es tener poca sensibilidad y sentido común”, había expresado Randazzo.
En el seno del PJ no había caído muy bien el “oportunismo” y la actitud del ministro de caerle a Eseverri horas después de la muerte del muchacho. Ayer, la Presidenta pareció haber hecho caso omiso a sus consideraciones.