Luis Acuña, jefe comunal de Hurlingham, y Juanchi Zabaleta, ahora funcionario del Congreso y uno de los referentes del justicialismo de Morón no se dan tregua. Ambos parecen estar disputando una partida de TEG, ese juego en que cada ficha ganada o perdida puede definir la posesión de un territorio en particular. 

Acuña sorprendió meses atrás cuando anunció que quería disputarle la intendencia de Morón al sabbatellista Lucas Ghi en 2015. No se conocen antecedentes de un intedente en ejercicio que anuncie su intención de disputar un distrito vecino.

Pero en pocas semanas el enérgico Acuña comenzó a organizar actos en Morón donde tiene pasado como delegado del sindicato de empleados de comercio local. Además, según contaron fuentes de su entorno ya estableció domicilio en ese distrito.

Adios a los K

La desopilante movida de Acuña coincidió con su alejamiento del kirchnerismo, que lo encontró entre los impulsores de la ahora venida a menos agrupación La Juan Domingo, el escudo que algunos senadores provinciales pensaron para proteger al gobernador Daniel Scioli de los ataques de La Cámpora.

En esa línea Acuña también sumó encuentros con opositores tales como Hugo Moyano, el cordobés José Manuel de la Sota o el diputado Francisco de Narváez, a quienes acompañó en un acto en reclamo del esclarecimiento del asesinato del ex líder de la CGT, José Ignacio Rucci, asesinado por Montoneros en los 70.

Acuña decidió alejarse del gobierno, enojado porque el kirchnerismo convalidó en su distrito una lista colectora para pelearle la intendencia en las últimas elecciones. La lista estuvo encabezada por Patricia Rodríguez, una funcionaria del ministerio de Desarrollo Social y una de las líderes de la agrupación “Peronismo 26 de Julio”.

A esta boleta le fue muy mal y no logró meter ni un concejal pese a tener todo el respaldo del Gobierno. Envalentonado y defraudado, Acuña entendió entonces que si pudo sobrevivir a la embestida de la Casa Rosada, ya no tenía sentido seguir junto a una fuerza que lo combatía en su propio distrito.

Es que Acuña -a diferencia de otros intedentes- a logrado gracias a una gestión muy prolija asegurarse una importante autonomía política. Según informaron a LPO fuentes del distrito, tiene en el banco fondos para pagar 12 sueldos. Además, e sunod  elos pocos municipios que hace obra pública con fondos propios: construyó dos hospitales y está en marcha un tercero.

La interna con Juanchi

“No tendría problema en jugar en 2015. De hecho, en este último tiempo participé de no menos de veinte actos en Morón”, aseguró Acuña en el programa de televisión que conduce el periodista Adrián Noriega.

También dejó en claro que sigue apoyando a Scioli en una eventual postulación a presidente y que también jugaría con Sergio Massa si es que se decide a competir para la gobernación.

La ruptura con la Casa Rosada le resultó además muy funcional a Acuña para su desembarco en Morón. Es que el que era el hombre fuerte del PJ en ese distrito, Juanchi Zabaleta, mano derecha de Amando Boudou, recibió la orden directa de Cristina Kirchner de cesar las hostilidades con su nuevo niño mimado, el flamante titular del Afsca, Martín Sabbatela.

“Le dijo que no puede armar nada, que se deje de joder con Morón”, contó a LPO una fuente justicialista del distrito.

La grieta fue rápidamente aprovechada por Acuña, que no se quedó en anuncios sino que ya puso un pie en el Concejo Deliberante. En las últimas semanas sumó a la concejala Vanesa Sosa, una edil que había pasado por el PRO y que luego había recalado en el kirchnerismo de la mano del propio Juanchi.

Claro que la mano derecha del vicepresidente Amado Boudou tampoco se quedó atrás. Según pudo saber LPO, en una especie de contraataque pero a la vez obligado por el corset presidencial, Juanchi Zabaleta comenzó a mover su tropa en Hurlingham.

“Viene armando varios actos. Si no puede en Morón, quiere pelearle el distrito a Acuña”, señalaron en el entorno del funcionario nacional.