08 de mayo, 2024
Misterio y traición detrás del retiro de la mano derecha de Cristina en el Senado
Hasta el año pasado Nicolás Fernández se sentaba al lado de Pichetto y chequeaba que los deseos de la Casa Rosada se cumplan. Pero fue desplazado por Cristina, quien habrÃa identificado actividades que no le agradaron. Furiosa, pidió echarlo de la apertura de sesiones. "No hablo nunca más de polÃtica", se excusa, desde su estudio jurÃdico de Caleta Olivia. Su guerra con Zannini.
La escena se repetía en cada sesión del Senado. Miguel Pichetto, jefe del bloque kirchnerista, seguía con atención los debates y, a su lado, Nicolás Fernández aportaba sugerencias. Si era necesario, salía a hablar por teléfono y volvía con indicaciones más concretas.
En el Senado todos sabían que Pichetto era el que mandaba y contenía a los propios pero Fernández era el monitor de Cristina Kirchner, quien podía hacer una corrección determinante en el momento menos indicado.
Cumplía esa tarea junto a Cristina cuando la ahora presidente también era senadora y Kirchner estaba en la Casa Rosada impartiendo órdenes. Y cuando nada parecía cambiar su destino, en el cierre de listas del año pasado “Nico”, como le llaman, no apareció.
La versión oficial que se dio en ese momento fue que Cristina le había encargado cerrar la candidatura a gobernador de Carlos Verna, frustrada ante la imposición de listas legislativas de La Cámpora.
Pero en el Senado a pocos le cerró. “Se enteró a último momento que no estaba en las listas y no sabía como explicarlo. Después de tantos años, sólo pudo haber pasado algo grave”, dijo a LPO un senador que solía frecuentarlo y jamás encontró una explicación.
Otra fuente de la Casa fue más al grano. “Hubo algunas cosas que a Cristina no le gustaron y lo barrió para siempre. Tal vez algo que tenía que ver con Néstor”, sugirió.
Tras quedar marginado Fernández continuó hasta diciembre en el Senado pero luego se recluyó en su estudio jurídico de Caleta Olivia, la ciudad más fuerte del norte santacruceño.
Era esa su gran fuente de ingresos hasta hace poco más de una década. De ahí lo reclutó Néstor y no sólo a él: uno de sus contadores era Santiago Carnero, hoy director del Banco Central.
El enojo de Cristina
El 1 de marzo viajó a Capital Federal para presenciar la apertura de sesiones ordinarias. Entró por el Senado, donde está permitido que los ex senadores pasen por la puerta principal.
Cristina lo vio desde el estrado de Diputados y cargó toda su bronca contra la organización, que estuvo a cargo de Amado Boudou, por permitirle usar ese acceso. Recién llegado, su secretario administrativo, Juan Horacio “Juanchi” Zabaleta, no entendía las razones de tanta furia.
El ex senador tal vez nunca se enteró de esta anécdota pero a poco de un mes de aquel episodio, cuando fue contactado de improvisto por el portal Santa Cruz Digital, tenía claro que no debía volver a aparecer.
“No, no hablo más, no hablo nunca más de política, ni en televisión, radio, diario, se terminó, no hablo más de ese tema”, respondió abruptamente.
La guerra con Zannini y La Cámpora
Quienes frecuentaban a “Nico” no entienden que pasó. Recuerdan que siempre tuvo una relación tirante con Carlos Zannini, mano derecha de Cristina y de Néstor Kirchner. Aunque la pelea data de años, ambos peleaban por tener el lobby judicial del Gobierno en Comodoro Py.
Fernández parecía haber logrado ese paso cuando se lo mencionaba como seguro sucesor de Julio Alak en el Ministerio de Justicia. Pero ni fue al Ejecutivo ni se quedó en el Senado.
Zannini continuó con su influencia sólo que ahora comparte cartel con los referentes de La Cámpora, lo que le valió la bronca de los “pinguinos”, como se conoce a funcionarios de segundas y terceras líneas oriundas de Santa Cruz, ahora desplazados por los jóvenes K.
Y es que si bien fue el ex presidente quien llevó a Nicolás Fernández al Congreso. Una vez ahí sembró una relación aún más cercana con Cristina, para quien era sus ojos en el Senado, sobre todo cuando no confiaba del todo en Pichetto.
Ese rol lo tomó ahora el neuquino Marcelo Fuentes, amigo de la juventud de los Kirchner.
“Es insólito lo que pasó. Nico iba a almorzar con Cristina a la Casa Rosada sin avisar. Ni Zannini se enteraba que iba a ir. Y ahora está guardado”, se sorprendió ante LPO uno de los kirchneristas que lo frecuentaba.
En 2010, además, Cristina y Néstor le habían concedido sus primeros roles como operador político. Fue, por ejemplo, quien coordinó el pase al kirchnerismo del vecinalista santafesino Oscar “Cachi” Martínez, una misión precaria pero novedosa para su currículum.
Definido como "vago" por operadores sureños que lo conocieron, Fernández tampoco era exitoso cuando se ponía a juntar senadores.
Sucumbió la tarde que intentó frustrar la ley de glaciares promovida por Daniel Filmus. También en 2010, no logró evitar que Julio Cobos desempatara durante el debate por el 82% móvil, cuando Néstor y Cristina acudieron a él para evitar ese final.
Un ex legislador oriundo de Santa Cruz, ahora peleado con los Kirchner, recuerda que Fernández pasó del estudio jurídico al Congreso “sin escalas” y que si bien su ex socio era un hombre de prestigio, arrastra sobre sus espaldas una trayectoria en la actividad privada no del todo clara.
“Nico tiene empresas en todos lados y hasta fuera del país. No sé si Cristina tenía noción de su real posición, pero seguro que el año pasado lo conoció de cuerpo entero”, confió la fuente.
No todos lo Fernández corrieron la misma suerte. Claudio Fernández, hermano de “Nico”, sigue como vicepresidente del Banco de Inversión de Comercio Exterior. A quien le pregunta, dice que no sabe lo que pasó con su hermano.
En el Senado todos sabían que Pichetto era el que mandaba y contenía a los propios pero Fernández era el monitor de Cristina Kirchner, quien podía hacer una corrección determinante en el momento menos indicado.
Cumplía esa tarea junto a Cristina cuando la ahora presidente también era senadora y Kirchner estaba en la Casa Rosada impartiendo órdenes. Y cuando nada parecía cambiar su destino, en el cierre de listas del año pasado “Nico”, como le llaman, no apareció.
La versión oficial que se dio en ese momento fue que Cristina le había encargado cerrar la candidatura a gobernador de Carlos Verna, frustrada ante la imposición de listas legislativas de La Cámpora.
Pero en el Senado a pocos le cerró. “Se enteró a último momento que no estaba en las listas y no sabía como explicarlo. Después de tantos años, sólo pudo haber pasado algo grave”, dijo a LPO un senador que solía frecuentarlo y jamás encontró una explicación.
Otra fuente de la Casa fue más al grano. “Hubo algunas cosas que a Cristina no le gustaron y lo barrió para siempre. Tal vez algo que tenía que ver con Néstor”, sugirió.
Tras quedar marginado Fernández continuó hasta diciembre en el Senado pero luego se recluyó en su estudio jurídico de Caleta Olivia, la ciudad más fuerte del norte santacruceño.
Era esa su gran fuente de ingresos hasta hace poco más de una década. De ahí lo reclutó Néstor y no sólo a él: uno de sus contadores era Santiago Carnero, hoy director del Banco Central.
El enojo de Cristina
El 1 de marzo viajó a Capital Federal para presenciar la apertura de sesiones ordinarias. Entró por el Senado, donde está permitido que los ex senadores pasen por la puerta principal.
Cristina lo vio desde el estrado de Diputados y cargó toda su bronca contra la organización, que estuvo a cargo de Amado Boudou, por permitirle usar ese acceso. Recién llegado, su secretario administrativo, Juan Horacio “Juanchi” Zabaleta, no entendía las razones de tanta furia.
El ex senador tal vez nunca se enteró de esta anécdota pero a poco de un mes de aquel episodio, cuando fue contactado de improvisto por el portal Santa Cruz Digital, tenía claro que no debía volver a aparecer.
“No, no hablo más, no hablo nunca más de política, ni en televisión, radio, diario, se terminó, no hablo más de ese tema”, respondió abruptamente.
La guerra con Zannini y La Cámpora
Quienes frecuentaban a “Nico” no entienden que pasó. Recuerdan que siempre tuvo una relación tirante con Carlos Zannini, mano derecha de Cristina y de Néstor Kirchner. Aunque la pelea data de años, ambos peleaban por tener el lobby judicial del Gobierno en Comodoro Py.
Fernández parecía haber logrado ese paso cuando se lo mencionaba como seguro sucesor de Julio Alak en el Ministerio de Justicia. Pero ni fue al Ejecutivo ni se quedó en el Senado.
Zannini continuó con su influencia sólo que ahora comparte cartel con los referentes de La Cámpora, lo que le valió la bronca de los “pinguinos”, como se conoce a funcionarios de segundas y terceras líneas oriundas de Santa Cruz, ahora desplazados por los jóvenes K.
Y es que si bien fue el ex presidente quien llevó a Nicolás Fernández al Congreso. Una vez ahí sembró una relación aún más cercana con Cristina, para quien era sus ojos en el Senado, sobre todo cuando no confiaba del todo en Pichetto.
Ese rol lo tomó ahora el neuquino Marcelo Fuentes, amigo de la juventud de los Kirchner.
“Es insólito lo que pasó. Nico iba a almorzar con Cristina a la Casa Rosada sin avisar. Ni Zannini se enteraba que iba a ir. Y ahora está guardado”, se sorprendió ante LPO uno de los kirchneristas que lo frecuentaba.
En 2010, además, Cristina y Néstor le habían concedido sus primeros roles como operador político. Fue, por ejemplo, quien coordinó el pase al kirchnerismo del vecinalista santafesino Oscar “Cachi” Martínez, una misión precaria pero novedosa para su currículum.
Definido como "vago" por operadores sureños que lo conocieron, Fernández tampoco era exitoso cuando se ponía a juntar senadores.
Sucumbió la tarde que intentó frustrar la ley de glaciares promovida por Daniel Filmus. También en 2010, no logró evitar que Julio Cobos desempatara durante el debate por el 82% móvil, cuando Néstor y Cristina acudieron a él para evitar ese final.
Un ex legislador oriundo de Santa Cruz, ahora peleado con los Kirchner, recuerda que Fernández pasó del estudio jurídico al Congreso “sin escalas” y que si bien su ex socio era un hombre de prestigio, arrastra sobre sus espaldas una trayectoria en la actividad privada no del todo clara.
“Nico tiene empresas en todos lados y hasta fuera del país. No sé si Cristina tenía noción de su real posición, pero seguro que el año pasado lo conoció de cuerpo entero”, confió la fuente.
No todos lo Fernández corrieron la misma suerte. Claudio Fernández, hermano de “Nico”, sigue como vicepresidente del Banco de Inversión de Comercio Exterior. A quien le pregunta, dice que no sabe lo que pasó con su hermano.
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Que larvas.
Que paÃs generoso.
está en el origen, son desechables.