El acto en el Museo del Bicentenario en el que el Gobierno nacional anunció un programa de créditos para la vivienda, arrojó algunas particularidades por el modo en que fue concebida la comunicación.

Quedó en claro que Cristina Kirchner respalda como nunca a Kicillof y que hoy le cedió nuevamente un espacio estelar, como el primer orador de un anuncio previo a una cadena nacional delante de gobernadores y funcionarios de primera línea del Gobierno.

También quedó a la vista que al joven economista le encanta estar en el centro de la escena y que no duda en poner la cara por cualquiera sea el tema que le indique la presidenta, pero a veces sin medir si está realmente preparado para la ocasión.

Como pudo saber LPO, Kicillof se niega a aceptar asesoramiento en materia discursiva y eso quedó en evidencia por su manera de enredarse en conceptos técnicos, y por un tono errático y titubeante.

Con instantes que lo mostraron en una postura acartonada, acaso por su apego al ámbito académico, Kicillof acudió al uso de un Power Point para su exposición, algo insólito para este tipo de anuncios políticos.

El economista tuvo una equivocación que se vio reflejada en las tapas de algunos medios cercanos al Gobierno. Anunció que el Gobierno iba a entregar 400 mil créditos. La Anses debió aclarar en un comunicado que la cantidad de crédtios será de 100 mil y que 400 mil es el número de personas que se verán beneficiadas.

En un momento, el economista tuvo un acto fallido que motivó una escena de risas entre sus compañeros de La Cámpora. Cuando Kicillof explicó que “hicimos las cosas bien, porque usamos al Estado para incentivar la inversión, el empleo, el consumo, que a su vez genera más empleo, siendo un círculo virtuoso”, el funcionario repitió varias veces la palabra “vicioso” en vez de “virtuoso”.

Desde su asiento, Cristina lo corrigió a los gritos que la palabra indicada era “virtuoso”, lo que puso más nervioso al viceministro de Economía y desató la risa de los legisladores Juan Cabandié, Andrés Larroque y Mayra Mendoza.

Kicillof, que abusó de citar a “la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, fue curiosamente opacado por el titular de la Anses, Diego Bossio, que habló después que él.

A Bossio, de un perfil netamente técnico, se lo pudo ver más suelto y relajado. Y sobre todo, su discurso fue mucho más sucinto y breve.