De la Sota ratificó su buena relación con el titular del Sindicato de Empleados Públicos de Córdoba, José Pihen. A días de asumir un nuevo mandato como gobernador, acordó postergar hasta febrero la negociación paritaria.
Pero no logró frenar el reclamo de los cuatro gremios de los empleados de la salud, que anunciaron un paro por tiempo indeterminado. La medida de fuerza la realizaron Enfermeras Unidas (EI), a la Asamblea Interhospitalaria (AI), a Médicos Unidos (MU) y a la Unión de
Trabajadores de la Salud (UTS).
La medida de fuerza, que contempla sólo la atención de urgencias y emergencias, además del cierre de los consultorios externos y la suspensión de cirugías programadas, cuenta con el apoyo de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA), afirmó su titular, Jorge Yabrowski.
Pihen terminó la gestión de Schiaretti con varias medidas de fuerza, que cerca del ex gobernador le adjudicaban a su cercanía a De la Sota y la necesidad de marcar la cancha del ahora gobernador, tesis que se reforzó cuando dejó fuera de su gabinete a funcionarios de su antecesor.
Cerca del ex gobernador aseguraban que Pihen buscaba también marcar terreno ante los trabajadores de la Salud. La tregua con De la Sota la justificó en “la imposibilidad de una respuesta positiva en lo inmediato”, hubo “coincidencia en mantener en funcionamiento el ámbito de negociación", donde podrían acordarse reajustes trimestrales.
En el acta se incluye la promesa oficial de contratar dentro del Ministerio de Salud a quienes se vienen desempeñando como monotributistas de distintos programas asistenciales, tales como el Plan Nacer, lo que fue interpretado como un intento por desactivar
las medidas de fuerza que mantienen paralizados los hospitales públicos.
Pero debido a la negativa gubernamental a negociar un reajuste salarial para el sector, las organizaciones que agrupan a médicos, enfermeras y empleados administrativos de los hospitales públicos declararon un paro por tiempo indeterminado.
Las finanzas de Córdoba son motivo de preocupación en la nueva gestión, que sufre un déficit operativo de 100 millones de pesos mensuales en la caja de jubilaciones. El Gobierno se había comprometido a subsanar ese rojo este año, pero el dinero nunca llegó.