El radical Oscar Aguad ya tiene un motivo para festejar por la campaña electoral que concluirá hoy con un acto en Río Cuarto: logró que ninguna encuesta hable de una polarización entre José Manuel de la Sota y Luis Juez, como se preveía inicialmente.

El último sondeo del consultor Gustavo Córdoba le da al ex gobernador 35 puntos, al senador 25 y al diputado radical 23. Y en todas las proyecciones Juez tiene más posibilidades de salir tercer salir tercero que de convertirse en el sucesor de Juan Schiaretti.

Esto ocurre porque si bien continúa arriba en la capital mantiene un nivel de rechazo del 18% no tan lejos del de De la Sota (25%), pero la mitad del que tiene Aguad.

“Empezamos desde más atrás y fuimos la fuerza que más crecimos”, celebran por estas horas los radicales. Saben que tras tocar piso en 2007 esas elecciones serán todo ganancia.

Cerca de Luis Juez acusaron recibo de esa levantada y desviaron la mirada para ese lado: “Las elecciones se polarizan siempre; lo que pasó fue que De la Sota empezó a instalar a Aguad para sacarnos votos”, explicó a LPO Gumersindo Alonso, diputado nacional del Frente Cívico.

Pero el escenario no parece tan sencillo. El juecismo concentró el tramo final de su campaña en recuperar el voto de la capital, que concentra el 40% del electorado.

En 2007 el senador osciló casi el 50 de los votos del apoyo en la ciudad que gobernaba y aún así quedó a 700 votos de Schiaretti, quien hizo una amplia diferencia entre los chacareros.

En las legislativas de 2009 Juez cayó casi 10 puntos. Lo golpeó su sucesor en la intendencia, Daniel Giacomino, quien abandonó al juecismo para convertirse en kirchnerista.

En la UCR confían en ser los principales beneficiados de esa transformación y lo sustentan en la buena imagen del senador Ramón Mestre, máximo candidato a ganar la capital en los comicios que se harán en septiembre. Sería un golpe de gracia para Juez.

El principal desafío de Aguad fue ganar algo del interior cordobés y para eso apeló al ruralista Néstor Roulet como compañero de fórmula y a un explícito apoyo de Mauricio Macri y la cúpula más dura del Pro, como los diputados Federico Pinedo y Gabriela Michetti. Su macrismo se completa con la asesoría del ecuatoriano Jaime Durán Barba.

Algunas mediciones sugieran que un exceso en esa estrategia podría arriesgar el viejo voto radical fugado a Juez en 2007 que había evaluado volver a las fuentes.

La encuesta de Gustavo Córdoba, por ejemplo, indica que uno de cada tres votantes de Aguad no ve mal a Juez. En la UCR no evalúan peligros: “El progresismo divide el voto y a nosotros con Mestre nos alcanza. Pero en el interior teníamos que levantar”, explican.

El domingo el radicalismo esperará los resultados en la sede central del partido, una vieja casona que supo celebrar triunfos en cadena en los comicios de hace dos décadas.

Aguad permanecerá en su estudio jurídico, situado a sólo cinco cuadras, hasta decidir cuando y con que discurso presentarse. Un segundo puesto seria motivo de festejo, igual o más que lo fue en Santa Fe para Miguel Del Sel.