Todo comenzó semanas atrás cuando Cesa pegaba afiches en la fría madrugada sanvicentina. Aduciendo que el candidato estaba infringiendo una ordenanza que prohíbe la pegatina, una patrulla de la seguridad urbana municipal intentó detenerlo. Pero Cesa se resistió y, según su relato, termino rodeado de trece móviles –varios de la Policía Bonaerense- y 24 efectivos.

En las últimas horas, además, Cesa denunció que fue amedrentado por otro móvil municipal y que a todos sus colaboradores el Municipio los dio de baja del Plan Argentina Trabaja.

Así, el representante de Ishii en el distrito culpó directamente a Di Sabatino y recalcó que “hay una actitud violenta de parte de ellos porque se juegan el todo por el todo”. “Si les gano el 14, al otro día pido la presidencia del partido y si me gana igual va a perder en octubre. Que no se olvide que somos tres o cuatro los que estamos con Cristina”, recalcó.

De todos modos, desde el oficialismo niegan y minimizan la cuestión. “Cesa busca un poco de prensa. No existe, no tiene militancia ni tampoco un respaldo real al oficialismo”, confió un allegado a Di Sabatino. Por las dudas, el secretario General, Alejandro Martins, llamó telefónicamente a Cesa y pactaron una tregua.

En el oficialismo, además, hacen alarde con encuestas propias que ubican al intendente con una intención de voto del 50 por ciento. De acuerdo a la misma encuesta, Scioli también llega a ese porcentaje y la Presidenta sube al 60 por ciento.

En cuanto a los candidatos locales, los números que manejan en el FPV dicen que ninguno de los opositores pasa de los dos dígitos.