Qué papel terminará jugando Sergio Massa en las próximas elecciones es uno de los interrogantes grandes que todavóa surcan la política nacional. Es que el intedente de Tigre es uno de los dirigentes con mejor imagen de la provincia de Buenos Aires y en la mayoría de las encuestas lidera la intención de voto junto a Daniel Scioli y Francisco de Narváez.

Con semejante capital político, resulta difícil creer que Massa se limitará a dejar pasar el turno electoral de este año sin tratar de maximizarlo.

El diario El Día de La Plata –de línea más que directa con Scioli y con el intendente platense Pablo Bruera, otro integrante del G8- publicó en su edición de hoy que en una reciente reunión de ese núcleo de intendentes, se avanzó bastante en la idea de enfrentar a Scioli en la interna peronista por la candidatura a gobernador.

Según esta versión la decisión se formalizará hacia fines de abril luego de analizar encuestas en las que Scioli lleva la delantera en las mediciones de intención de voto, con una brecha a su favor de unos 10 puntos sobre Massa.

Pero esta situación no es leída de manera negativa. Es que estos intendentes –como muchos otros del Conurbano- habían dado a Scioli 30 días para que se defina y enfrente a Cristina Kircner por la candidatura presidencial. Ante la intución de que el gobernador finalmente no dará ese paso, ahora buscan opciones para garantizarse un futuro político más allá de la Casa Rosada, que alienta jugadas contra ellos, como las colectoras que instrumentará Martín Sabbatella en la mayoría de los distritos.

En ese marco, aún en el hipotético caso que Massa pierda la interna frente a Scioli, aspiran a quedar posicionados como la fuerza de relevo en la conducción del peronismo provincial –el gobernador ya no tendrá reelección- y a meter candidatos propios en la mayoría de los distritos. La opción de la interna les permite deplegar un armado provincial, que una negociación entre Scioli y Massa para que este vaya de vice, no les facilita. Además de diferenciarlos de una gestión en la que ven fallas.

Massa incluso está recibiendo apoyos inesperados. Uno de ellos es el de Felipe Solá –con quien el intendente de Tigre suele reunirse mas de lo que trasciende-, y como muestra de esta sintonía no pasó desapercibido que en una reciente visita a la localidad de 9 de Julio, Massa llegó acompañado del diputado Raúl Rivada, ex ministro de Asuntos Agrarios y mano derecha de Solá.

En rigor, el intendente de Tigre fue invitado a ese municipio por la cooperativa local para que explique su experiencia con las cámaras de seguridad. Es que esta cooperativa quiere empezar a brindar ese servicio po fuera del Municipio. Y luego de su charla, Massa participó d euna comida con referentes del peronismo local, a la que se sumó Rivara. Pudo ser un simple gesto de camadería o la primera expresión visible de un futuro acuerdo.

También Macri tendió puentes con Massa, y sus operadores a nivel nacional no cejan en la ilusión de llevarlo como candidato a gobernador, una manera de cortar la tóxica dependencia que tienen de la candidatura de Francisco de Narváez. De hecho, Macri sumó a su mesa chica al diputado provincial Emilio Monzó, amigo personal de Massa, al igual que su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.

Sin embargo, en el entorno del intendente de Tigre aclaran que de ninguna manera imagina la posibilidad de competir electoralmente en una lianza con Macri.

Como sea, no parece casual que en este marco, la semana pasada los bloques del duhaldismo, el PRO y el felipismo se hayan unificado en la Legislatura provincial, dejando afuera a los legisladores de Francisco de Narváez. Se trata de un espacio que evantualmente podría ampliarse con los legisladores que responden a Massa –de manera abierta o subterránea- y el resto de los integrantes del G8.

Como sea, para la interna este grupo todavía deber superar una debilidad importante: su escaso armado político en la decisiva Tercera Sección Electoral, donde los principales caciques como Sergio Espinoza de La Matanza, aparecen férreamente alineados con Scioli.

Sin embargo, confían en que su incidencia en la otra gran sección, la Primera, les otorgue un piso sólido como para comenzar a desplegar un armado más integral. Es que es esta región que reúne a los distritos del norte y noroeste del Gran Buenos Aires, gobiernan varios integrantes del G8, como Jesús Cariglino (Malvinas), Luis Acuña (Hurlingham) y el propio Massa (Tigre).

El mapa "de inserción" del sector incluye también a los intendentes Pablo Bruera (La Plata-Octava), José Eseverri (Olavarría) en la Séptima Sección y Gilberto Alegre (General Villegas) en la Cuarta Sección.