Durante una breve conferencia de prensa, el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, y el diputado moyanista Jorge Mancini mostraron con extrema frialdad haber llegado a un acuerdo. Distantes, el jefe de ministros se animó a adelantar que el paro se levantaba y Mancini aclaró que llevaría la propuesta a una asamblea de trabajadores.

Detrás del paro no hubo en realidad un reclamo por los trabajadores, que son unos 40 y estaban contemplados en el contrato firmado la semana pasada en la Gobernación. Pérez lo aclaró al lado de Mancini. “Nunca estuvieron en duda los puestos laborales, el contrato de la nueva empresa taxativamente marca eso”, dijo el ministro y el diputado no salió al cruce.

Mancini, una espada de Moyano en la cámara baja bonaerense y titular del gremio que nuclear a los trabajadores del Ceamse, no se fue del todo satisfecho de la gobernación. Por eso, aún no levantó el paro aunque lo hará en el trascurso de las próximas horas. Según dicen cercanos a él, irá de relleno en relleno consultando a los trabajadores.

Según pudo saber LPO, de fondo existen fuertes pujas desde la Ceamse para no perder el negocio que administraron durante 33 años.

“Ellos quieren ser parte del proyecto”, aseguró una fuente cercana a la planta de tratamiento de residuos que comenzará a instalarse en breve de manera descentralizada en los distritos que conforman la Región Capital (La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen y Punta Indio).

La misma fuente descarta cualquier participación de la Ceamse en el nuevo proyecto que reemplazará el relleno sanitario ubicado en Punta Lara (Ensenada) y que recibe diariamente unas 700 toneladas de residuos de la región.

El negocio de la basura es millonario y desde hace 33 años lo administra la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), una empresa del estado con un capital accionario compartido en partes iguales entre el gobierno bonaerense y el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La empresa entierra hoy unas 18 mil toneladas diarias de residuos, de las cuales unas 6 mil se generan en capital. El costo promedio de producción para los municipios, los gobiernos provinciales y la Ciudad de Buenos Aires de unos U$S 20 por tonelada.

Los críticos a este sistema sostienen no existen ningún tipo de inversión en tecnología. “La labor de la Ceamse es administrar un pozo”, aseguran.

El proyecto impulsado en la Región Capital con el respaldo de Daniel Scioli es el primero que viene a reemplazar el viejo sistema. Pero ya existen proyecto similares en La Matanza y San Miguel trabaja en un proyecto similar con los distritos de Hurlingham e Ituzaingó. “La tendencia es irreversible, los rellenos sanitarios van a desaparecer”, dicen.

Por eso, detrás de una lucha por los trabajadores subyace la defensa al modelo de negocio. Esa interna se mezcla con la coyuntura política: La pelea entre el camionero Hugo Moyano y Daniel Scioli, el delicado equilibrio del Gobernador en la cámara de diputados y la pelea del intendente Pablo Bruera (La Plata) con el gobierno nacional. Todo hace un coctel explosivo que generó piñas el sábado un enfrentamiento en el acceso del relleno sanitario de Ensenada en el que también hubo algunos disparos.

Desde el Ceamse disparan para todos lados. Hoy el malestar con Scioli es muy grande. Es que en agosto de 2008, el Gobernador y el jefe de Gobierno porteño, firmaron un acuerdo para la construcción de dos nuevos rellenos sanitarios y de dos plantas de transferencias en la Provincia a un costo se estimaron en unos $ 250 millones. La clave de ese acuerdo era que todo estaría administrado por la Ceamse.

Más tarde, Scioli volvió sobre sus pasos y bancó el proyecto que le propuso Bruera para toda la Región Capital. En la Ceamse se sienten traicionados y prometen más paros.