Una de las últimas veces que Hebe de Bonafini, titular de Madres de Plaza de Mayo, vio a Néstor Kirchner, recibió varias humoradas por su prematuro armado de “las cristinas”, donde pretendía revalidar la figura de la presidenta. Le reprochaba, en broma, no haber intentado algo similar durante su gestión.

En su velatorio, Hebe y su par de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, protagonizaron los saludos más efusivos hacia la presidenta, que sólo con ellas perdió la sobriedad que mantuvo durante el velatorio.
Muy distinto fue el encuentro con Hugo Moyano, el jefe de la CGT, a quien la presidenta ni siquiera le respondió el saludo y no exhibió ni la mínima mueca en el rostro que dejó ver detrás de sus lentes oscuros.

Estela fue una de las primeras en llegar al funeral. Se estrechó en un intenso abrazo con Cristina, tocó el féretro y permaneció un rato cerca de él, a un costado de la presidenta. En ese lapso apareció Hebe. Más entera, también reposó el rostro de la presidenta sobre su hombro pero pudo decirle unas palabras.

Carlotto y Bonafini, mantienen una relación de afecto con los Kirchner, que lograron que compartieran  fotos después de décadas sin siquiera verse las caras. 

La empatía se traduce una sólida alianza política. Estela hacía su aporte parlamentario con sus hijos Remo y Guido, diputado nacional y senador provincial respectivamente, emblemas de un insipiente armado kirchnerista en La Plata que buscaba desafiar al intendente rebelde Pablo Bruera.

Bonafini llegó más lejos. Su fundación regentea ambiciosos planes de viviendas en varias provincias y recluta candidatos para competir en las internas abiertas. Todo con la venia Néstor y Cristina, a quienes siempre llegó sin intermediarios.

Su presencia en el funeral no se limitó al interior de la Rosada. Una delegación de Madres llegó al edificio en una combi que, a diferencia de la mayoría de los vehículos, no aterrizó directamente por la parte trasera, sino que circuló por Avenida de Mayo hasta el cabildo. Desde allí, las mujeres del pañuelo atravesaron la plaza con un celoso cuidado de los militantes, la mayoría de organizaciones sociales.

En su monitoreo político, Kirchner logró armonizar a estos sectores con los sindicatos más duros de la CGT, con Hugo Moyano a la cabeza, quienes desde 2003 resolvieron sus asuntos con él.

Con su muerte, el futuro de esta alquimia política, tan heterogénea pero tan efectiva a la vez, es uno de los mayores interrogantes. La reacción de Cristina acrecentó las dudas, que tal vez continúen mucho tiempo.

La carta de Hebe

Hebe de Bonafini despidió a Kirchner con una emotiva carta, que publicó en el sitio web de Madres de Plaza de Mayo.

A continuación, el texto completo de la misiva escrita por Hebe de Bonafini.

"Querido Néstor:

Quiero contarte en esta carta que me atreví a pasar el primer día sin vos, con ese vacío que me dejaste y que creía que tardaría en llenar porque cuando desaparecieron mis otros hijos el agujero fue casi eterno. Cuando vos llegaste a mi vida me volvió la alegría, me sentí más fuerte, acompañada, comprendida y respetada.

Quiero decirte que en este día, jueves 28 de octubre, cuando llegué a la Plaza, varias cuadras antes, parecía un espejismo: miles y miles de jóvenes te vivaban y también decían '¡fuerza Cristina!'.

Muchos me decían 'empecé mi militancia con Néstor, por eso ahora tenemos que estar firmes y juntos como él nos enseñó'.

Sabés, querido? Te cuento esto porque seguro no te lo imaginás, la mayoría me decía que la apoya a Cristina para las elecciones del 2011.

El corazón te jugó una mala pasada o tal vez con tu fuego se hinchó demasiado y quiso salirse del pecho, ese donde siempre se recostó Cristina.

Decirte que hoy y mañana y pasado y dentro de muchos años seguro, tu corazón, seguirá latiendo en esta maravillosa juventud que vos con tu sabiduría encendiste.

Gracias, hijo, por permitirme vivir junto a vos y tus principios, gracias por vivir con tanta pasión.

Estoy orgullosa de vos y de esta juventud que formaste para el proyecto nacional y popular, que es decir la liberación".