El kirchnerismo en la ciudad de La Plata naufraga en un mar de nombres sin poder consolidar un candidato que pueda hacerle frente al crítico Pablo Bruera. A pesar de la guerra entre Néstor Kirchner y el jefe comunal platense, el espacio K no logra impulsar un referente y el débil armado se sumerge en diferencias y desconfianzas.

Por ahora hay una danza de nombres en donde suenan el ex intendente y ministro de Justicia, Julio Alak; el vice ministro de Desarrollo Social de la Nación, Carlos Castagneto; el secretario de Ambiente de la Nación, Homero Bibiloni; y el senador provincial Guido Carlotto. Sin embargo, las diferencias entre ellos son profundas. Todos dicen ser la pieza clave de Kichner en la capital provincial. Y en definitiva le suben el precio a Bruera. No son pocos quienes aseguran que el ex presidente deberá recurrir a él si quiere ganar en La Plata.

El martes, Bibiloni se lanzó como candidato en una cena en la que se destacó por los faltazos. Ni Alak, ni Castagneto, ni Carlotto estuvieron presentes. En la misma cena, se rumoreaba que los choferes de la Secretaría llenaron -contentos- las mesas de invitados que nunca llegaron. Sí hubo referentes de la Corriente Peronista Federal, entre ellos el ex canciller Jorge Taiana, en lo que significó su primera aparición pública luego de dejar el Palacio San Martin.

En el armado kirchnerista hay profundas diferencias y desconfianzas. Alak y Bibiloni tienen una enemistad que no hacen pública. Bibiloni fue funcionario del intendente Bruera durante los primeros meses de su gestión y fue el encargado de impulsar una serie de denuncias contra el jefe comunal saliente y actual ministro de Justicia de la Nación.

Bibiloni ocupaba por entonces la dirección Legal y Técnica y firmó los expedientes contra Alak por faltantes en el municipio que acababa de recibir Bruera y por el reparto ilegal de publicidad oficial. Fuentes cercanas a Alak dicen que el funcionario jamás le perdonará eso.

Mientras tanto, Castagneto amaga con volver a candidatearse pero, aunque no lo dice, prefiere la gestión y la distribución de recursos a través de la poderosa secretaría de Desarrollo Social de la Nación. Allí trabaja muy cerca de Alicia Kirchner.

Se sabe que el funcionario y ex arquero de Gimnasia y Esgrima de La Plata volverá a insistir con candidatearse en una estrategia que no es nueva y que terminará negociando. En su estrategia más fina espera que la corriente peronista Colina, lanzada por Alicia Kirchner en territorio bonaerense, tome vuelo propio para -a través de un acuerdo- poder aterrizar en un futuro como ministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires.

Alak, por el momento, no se dice candidato. Pero no hay dudas que buscará posicionar a alguien de su entorno. Es que después de casi ser palabra prohibida, el “alakismo” volvió a resurgir en la ciudad desde que el ex intendente pisó la cartera de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos ubicada en la calle Sarmiento.

Mientras tanto, Carlotto ya lanzó una especie de candidatura. En realidad fue un operativo clamor desde el Ateneo Arturo Jauretche. Allí, el hijo de Estela de Carlotto estuvo acompañado por Julio Alak; los legisladores nacionales Eric Calcagno, Carlos Kunkel y Remo Carlotto; el ex Secretario de Medios, Enrique “Pepe” Albistur y el director general de Cultura y Educación bonaerense, Mario Oporto.

Las diferencias en el kircherismo platense quedaron expuestas en los primeros días de septiembre cuando el ministro de Economía, Amado Boudou llegó a la ciudad. El funcionario la pasó muy mal. Las diferencias “de cartel” entre los referentes platenses le hicieron pasar un mal momento. Hubo hasta codazos al momento de subir al escenario y más tarde muchos faltaron a la cena por diferencias internas.

Sin embargo, el problema de estos cuatro kirchneristas son las encuestas. Por ahora el único apellido que sube los porcentajes en las mediciones de opinión pública es Bruera. Eso lo saben los referentes K, sin embargo no dan señales de mínimos consensos.

Mientras tanto, el intendente platense gana poder en el Grupo de los Ocho intendentes que buscan posicionarse entre Néstor Kircher y Daniel Scioli. En ese armado logró imponer uno de sus temas de campaña que de manera individual no lograba imponer: la Policía Comunal para grandes distritos.

Es en ese armado que Bruera sueña con una candidatura a nivel nacional o provincial para las elecciones del próximo año. Sabe además que su hermano, el diputado provincial Gabriel Bruera puede continuar su proyecto local en la ciudad de las diagonales.