05 de mayo, 2024
Oyarbide rechazó apartarse de la causa de espionaje porteño
Guillermo Montenegro, pidió la salida del juez por el caso Spartacus, donde el actual ministro de Seguridad porteño era fiscal y acusó al magistrado. La Cámara federal definirá si Oyarbide se mantiene o no la frente de la investigación sobre presuntas escuchas ilegales en la getsión macrista.
El juez Norberto Oyarbide rechazó apartarse de la causa de espionaje porteño y su futuro al frente de la investigación quedó en manos de la Cámara Federal porteña.
Ayer el ministro de seguridad porteño, Guillermo Montenegro, le pidió al juez que se aparte de la causa, argumentando que él, cuando era fiscal lo había llamado a indagatoria en el caso Spatacus.
La decisión es importante porque Oyarbide citó a prestar declaración indagatoria al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, para el 28 de este mes, al acusarlo de integrar una asociación ilícita. Si la Cámara Federal resuelve apartar al juez, Macri cree que respirará aliviado. Es que el jefe de gobierno porteño está convencido de que la motivación de su citación y la de Montenegro como imputados es "política".
Montenegro pidió a Oyarbide que se inhiba de seguir investigándolo al recurrir al Código Procesal Penal que expresa que "el juez deberá inhibirse de conocer en la causa si antes de comenzar el proceso hubiere sido acusador o denunciante de alguno de los interesados, o acusado o denunciado por ellos", informó el diario La Nación.
El caso Spartacus
Montenegro fue fiscal federal antes de ser funcionario porteño y, como tal, en 1997 acusó a Oyarbide de la interceptación ilegal de teléfonos y pidió dos veces su declaración indagatoria por 16 hechos relacionados justamente con esos delitos en una causa relacionada con la investigación del atentado contra la AMIA.
Se trataba del caso de la filtración a la prensa de un videocasete con la grabación de una charla entre Carlos Telleldín, entonces acusado, y el entonces juez federal Juan José Galeano. Esa grabación provocó un escándalo porque el juez y el imputado parecían negociar los términos de una declaración.
En esa investigación Oyarbide mandó a detener al abogado Mariano Cúneo Libarona, al sospechar que era el autor de la filtración, y les pinchó los teléfonos a él, a otros abogados y a periodistas.
Esa causa contra Oyarbide terminó cerrada sin perjuicio para el juez, pero Montenegro entiende que haberlo acusado en ese momento ahora inhabilita a Oyarbide a indagarlo. No sólo se ampara en la ley cuando habla de que el juez deberá inhibirse si un imputado fue su "acusador", sino que se basa en fallos de la Corte Suprema de Justicia que señalan que el solo temor de tener un juez enemigo alcanza para apartarlo.
El enfrentamiento
Tal era el enfrentamiento que cuando a Montenegro le tocó estar de turno como fiscal con el juzgado de Oyarbide en 2002, pidió que se lo eximiera de hacerlo.
La Cámara define
Montenegro en persona llevó el escrito ayer a las 7 de la mañana a la mesa de entradas del juzgado federal N° 7, del que él mismo fue juez antes de ser ministro porteño. Lo atendió un ex empleado suyo.
Anoche, cerca de las 21, Oyarbide rechazó el pedido de Montenegro, sin imponerle costas.
Argumentó en 12 carillas que en definitiva fue sobreseído en la causa que mencionó Montenegro y que esa decisión no fue apelada ni por el fiscal ni por la querella. Dijo además que ni siquiera fue indagado como lo pidió el entonces fiscal.
Entendió que a pesar de que el Código Procesal Penal señala que el juez debe inhibirse si le toca juzgar a su acusador, en este caso Montenegro actuaba en el rol de fiscal y era un imperativo legal propio de su cargo hacerlo. Si lo hizo como fiscal, dijo Oyarbide, era parte de su trabajo y si no lo hubiera hecho, podría haber sido denunciado por mal desempeño en sus funciones.
Cerca de Montenegro rechazaron este argumento porque señalaron que el entonces fiscal no tenía ninguna obligación de pedir la indagatoria del juez ni denunciarlo.
Oyarbide afirmó que no cualquier causa previa puede ser motivo de recusación posterior, porque si no todos los abogados denunciarían a los jueces previamente para asegurarse de que ninguno pueda juzgar su caso. Oyarbide entendió que para invocar esta causa la denuncia tenía que tener cierto avance; en el caso de Montenegro, no llegó a ser indagado.
Pero Montenegro rechazó esta idea al decirle a Oyarbide: "Desconozco sus motivaciones o lo que hay en su ánimo y, en puridad, tampoco me interesa. Simplemente exijo que si he de responder por mis actos ante la Justicia, el magistrado que ha de intervenir me garantice, a mí y a la sociedad, su imparcialidad".
Ahora el asunto está en manos de la Cámara Federal.
Ayer el ministro de seguridad porteño, Guillermo Montenegro, le pidió al juez que se aparte de la causa, argumentando que él, cuando era fiscal lo había llamado a indagatoria en el caso Spatacus.
La decisión es importante porque Oyarbide citó a prestar declaración indagatoria al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, para el 28 de este mes, al acusarlo de integrar una asociación ilícita. Si la Cámara Federal resuelve apartar al juez, Macri cree que respirará aliviado. Es que el jefe de gobierno porteño está convencido de que la motivación de su citación y la de Montenegro como imputados es "política".
Montenegro pidió a Oyarbide que se inhiba de seguir investigándolo al recurrir al Código Procesal Penal que expresa que "el juez deberá inhibirse de conocer en la causa si antes de comenzar el proceso hubiere sido acusador o denunciante de alguno de los interesados, o acusado o denunciado por ellos", informó el diario La Nación.
El caso Spartacus
Montenegro fue fiscal federal antes de ser funcionario porteño y, como tal, en 1997 acusó a Oyarbide de la interceptación ilegal de teléfonos y pidió dos veces su declaración indagatoria por 16 hechos relacionados justamente con esos delitos en una causa relacionada con la investigación del atentado contra la AMIA.
Se trataba del caso de la filtración a la prensa de un videocasete con la grabación de una charla entre Carlos Telleldín, entonces acusado, y el entonces juez federal Juan José Galeano. Esa grabación provocó un escándalo porque el juez y el imputado parecían negociar los términos de una declaración.
En esa investigación Oyarbide mandó a detener al abogado Mariano Cúneo Libarona, al sospechar que era el autor de la filtración, y les pinchó los teléfonos a él, a otros abogados y a periodistas.
Esa causa contra Oyarbide terminó cerrada sin perjuicio para el juez, pero Montenegro entiende que haberlo acusado en ese momento ahora inhabilita a Oyarbide a indagarlo. No sólo se ampara en la ley cuando habla de que el juez deberá inhibirse si un imputado fue su "acusador", sino que se basa en fallos de la Corte Suprema de Justicia que señalan que el solo temor de tener un juez enemigo alcanza para apartarlo.
El enfrentamiento
Tal era el enfrentamiento que cuando a Montenegro le tocó estar de turno como fiscal con el juzgado de Oyarbide en 2002, pidió que se lo eximiera de hacerlo.
La Cámara define
Montenegro en persona llevó el escrito ayer a las 7 de la mañana a la mesa de entradas del juzgado federal N° 7, del que él mismo fue juez antes de ser ministro porteño. Lo atendió un ex empleado suyo.
Anoche, cerca de las 21, Oyarbide rechazó el pedido de Montenegro, sin imponerle costas.
Argumentó en 12 carillas que en definitiva fue sobreseído en la causa que mencionó Montenegro y que esa decisión no fue apelada ni por el fiscal ni por la querella. Dijo además que ni siquiera fue indagado como lo pidió el entonces fiscal.
Entendió que a pesar de que el Código Procesal Penal señala que el juez debe inhibirse si le toca juzgar a su acusador, en este caso Montenegro actuaba en el rol de fiscal y era un imperativo legal propio de su cargo hacerlo. Si lo hizo como fiscal, dijo Oyarbide, era parte de su trabajo y si no lo hubiera hecho, podría haber sido denunciado por mal desempeño en sus funciones.
Cerca de Montenegro rechazaron este argumento porque señalaron que el entonces fiscal no tenía ninguna obligación de pedir la indagatoria del juez ni denunciarlo.
Oyarbide afirmó que no cualquier causa previa puede ser motivo de recusación posterior, porque si no todos los abogados denunciarían a los jueces previamente para asegurarse de que ninguno pueda juzgar su caso. Oyarbide entendió que para invocar esta causa la denuncia tenía que tener cierto avance; en el caso de Montenegro, no llegó a ser indagado.
Pero Montenegro rechazó esta idea al decirle a Oyarbide: "Desconozco sus motivaciones o lo que hay en su ánimo y, en puridad, tampoco me interesa. Simplemente exijo que si he de responder por mis actos ante la Justicia, el magistrado que ha de intervenir me garantice, a mí y a la sociedad, su imparcialidad".
Ahora el asunto está en manos de la Cámara Federal.
Copyright La Politica Online SA 2024.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellas pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento de terminos y condiciones será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.
Noticias relacionadas
El macrismo intenta apartar a Oyarbide de la causa de espionaje porteño
El ministro de Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro, citado a indagatoria por el juez, solicitó que se inhiba por supuestas irregularidades cometidas anteriormente en una causa similar, donde él actuó como fiscal.
Espionaje: nuevas escuchas vinculan ahora al misionero Carlos Rovira
Son grabaciones de un teléfono que usa el sindicato de personal legislativo de Misiones, justo durante una época en la que mantenía un duro conflicto salarial con el presidente de la Legislatura y ex gobernador. Oyarbide se lo confirmó al abogado del gremio, quien contó a LPO que las pinchaduras fueron ordenadas por el juez Horacio Gallardo, implicado en la supuesta red de espionaje.
Espionaje: Macri apela a la “victimización” pero sigue sin una estrategia
No armó un comité de crisis y no definió qué hacer si es procesado por Oyarbide a fines de abril. En su entorno ya se muestran preocupados y temen que su paso por Tribunales impacte en las encuestas. Semanas atrás el jefe comunal descontaba que no sería llamado a indagatoria. Quién es el abogado de Macri que asesoró a De Narváez.
Macri en alerta roja: Oyarbide lo citó a indagatoria
El juez federal Norberto Oyarbide citó a indagatoria al jefe de Gobierno Mauricio Macri para el 28 de abril, por la causa que investiga una red de espionaje clandestino.
También convocó al ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Montenegro, y al ex ministro de Educación, Mariano Nadorowski. En el macrismo esta noche había un clima sombrío, ya que nunca imaginaron que el juez se iba a atrever tan rápido a avanzar contra el jefe de Gobierno. Y en el Pro insistían con plantear la tesis de la chavización de la política argentina, esto es, una persecución judicial de los opositores.
También convocó al ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Montenegro, y al ex ministro de Educación, Mariano Nadorowski. En el macrismo esta noche había un clima sombrío, ya que nunca imaginaron que el juez se iba a atrever tan rápido a avanzar contra el jefe de Gobierno. Y en el Pro insistían con plantear la tesis de la chavización de la política argentina, esto es, una persecución judicial de los opositores.
Espionaje porteño: Macri fracasó en el intento por apartar a Oyarbide de la causa
El ministro Guillermo Montenegro había hecho un pedido de recusación ante la Cámara Federal para que el juez federal Norberto Oyarbide fuera apartado de la causa que investiga las escuchas ilegales del gobierno de la Ciudad. La medida judicial no prosperó, y Oyarbide seguirá adelante en el proceso.
Legislatura: el Pro transpiró para salvar a Montenegro
Tal como adelantó LPO la oposición insistió en la sesión del jueves con el pedido de interpelación al ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro. Lo hizo reclamando el tratamiento sobre tablas del proyecto, aprovechando que parte de los Legisladores macristas estaban fuera del recinto. Sin embargo, no se logró aprobar la iniciativa.
virará hacia donde calienta el sol. No será con losmastros kirchnerotas.
Me olvidaba... montenegro deja de embriagarte en la suite con jacuzzi que te armastes en el 4º piso de av. patricios...