Fue de público conocimiento que unas 200 personas tomaron el Concejo Deliberante de Mar del Plata, y luego de presentarse como parte de la dirigencia de las 35 cooperativas dedicadas a realizar trabajos públicos en el lugar, manifestaron su problemática ante los funcionarios, entre forcejeos y episodios de violencia.

Mario Puche –dirigente del Movimiento Atahualpa, que concentra dos cooperativas- estuvo el martes en el Concejo, reclamando por la firma de un contrato –por 12 meses- entre las cooperativas y el intendente, Gustavo Pulti.

El reclamo se realiza en el marco del programa para cooperativas anunciado en mayo por la presidenta Cristina Fernández, y puesto en marcha en Mar del Plata en septiembre. Si bien los fondos son girados –en varios casos, con demoras- por Nación, es el Municipio el que implementa el programa. La compleja relación entre las cooperativas y Pulti, genera un cortocircuito irremediable que afecta a los miembros de cada movimiento social.

“Tenemos un intendente que se preocupa más por las empresas que por los desempleados”, disparó hoy Puche en una entrevista en “Puro Periodismo”, por radio “El Mundo”. Mar del Plata es una de las ciudades que presenta uno de los índices más elevados de desempleo, y Puche asegura que Pulti “ningunea a las cooperativas”.

Además de reclamar por el contrato de 12 meses, pretenden que los fondos enviados por el Estado -1350 pesos por persona por una jornada de siete horas- dejen de pasar por el Municipio. Para remediar el problema de la demora en el dinero enviado por Nación, los dirigentes de las cooperativas pretendían que Pulti pagara la suma correspondiente y que se le repusiera cuando los fondos llegasen. De esta forma, los miembros de las cooperativas no estarían unos 20 días sin cobrar, pero ese tema “lo decide en intendente”, aseguró Puche, indignado por que Pulti no los atiende.

En el caso particular del Movimiento Atahualpa, ellos estuvieron realizando durante tres meses la limpieza de los arroyos La Tapera y El Cardalito. Esos trabajos fueron pagados por el Municipio.

Como antecedente de esta nueva modalidad de economía –que son las cooperativas-, desde el Estado se había implementado un programa piloto sin grandes resultados: ofrecían 800 pesos por una jornada laboral que rondaba las siete horas diarias. Puche confía en que esta organización del empleo puede evolucionar hasta convertirse en “trabajo genuino”. Lo cierto es que la actividad, en algunos municipios, ha dado lugar al manejo arbitrario por parte de intendentes y gobernaciones provinciales, despertando el –siempre tan presente- fantasma del clientelismo político.