La complicada situación financiera que atraviesa el gobierno de la provincia de Buenos Aires tiene ahora otro escollo que atravesar, en lo concerniente al marco económico del año que viene, porque la oposición en la Legislatura está consensuando una postura común para rechazar el Presupuesto 2010 y la reforma impositiva anunciada en los medios por los funcionarios de Daniel Scioli.
En ese marco, hoy el ministro bonarense organizó una reunión con los líderes parlamentarios de la opisición, para informarlos personalmente de los detalles de la reforma impositiva que impulsa Scioli.
El gobernador planea nuevos gravámenes para hacerle frente a la complicada situación de las arcas bonaerenses. Como necesita 2250 millones de pesos en lo que resta del año para pagar los sueldos y tiene un déficit que supera los 5.500 millones, el gobierno de Scioli, previendo que se puede repetir la situación el año que viene, anunció una serie de aumentos y nuevas alícuotas que despertaron a la oposición.
Si bien estos cambios (ver apartado “La reforma”) se filtraron en los medios de comunicación, tanto desde el oficialismo como desde la oposición explicaron a La Política Online que aún están en proceso de elaboración y por lo tanto todavía no se giró una propuesta concreta a la Legislatura, que es donde se deben aprobar en conjunto con el Presupuesto del ejercicio 2010.
El diputado Guido Lorenzino, uno de los paladines del sciolismo en la Cámara baja bonaerense, afirmó a La Política Online que posiblemente la semana que viene llegue un bosquejo a la Legislatura, pero que por el momento el Ejecutivo es quien está elaborando el proyecto.
Pero cuando el escrito llegue a la Legislatura bonaerense, comenzará el dolor de cabeza para el sciolismo. El jefe de bloque del ARI, Walter Martello, anticipó a La Política Online que todos los bloques de la oposición han mantenido reuniones en el último tiempo en las que se estableció que la prioridad para el segundo semestre es rechazar el tratamiento del Presupuesto 2010 y por ende, las reformas impositivas que se incluyan en él.
Lo que exige la oposición es que el proyecto de Presupuesto del año que viene sea tratado por los legisladores que ejercerán sus mandatos cuando la Ley esté vigente, es decir, que sea aprobado tras el recambio de bancas del próximo 10 de diciembre.
Es simple: el oficialismo necesita los dos tercios de ambas Cámaras para aprobar el proyecto sin cambios y si bien ahora es difícil que llegue a esa cantidad de legisladores sin negociar con la oposición –sobre todo en la Cámara de Diputados-, tras el recambio de diciembre le será imposible alcanzar ese número en ambas Cámaras, puesto que luego de la derrota electoral de junio, los bloques del oficialismo en la Legislatura mermaron en un gran porcentaje.
Es por eso que la oposición busca “aguantar” el proyecto hasta diciembre, cuando la disposición de las fuerzas esté más nivelada en las dos Cámara y el oficialismo no tenga otra opción que ceder ante los requerimientos de los demás bloques si quiere ver aprobado el Presupuesto 2010.
La reforma
El Ejecutivo está planeando, como explicó este medio, un incremento en el impuesto inmobiliario para unos 150 mil contribuyentes con viviendas de alta valuación. Del mismo modo, las propiedades rurales que contengan en su perímetro a grandes casonas ya no tendrían la exención de la que gozan en el Código Fiscal.
A su vez, se cobrará un impuesto a la transmisión gratuita de bienes valuados por encima de un millón de dólares, con una tasa del 5 por ciento.
El diputado Martello, que integra la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, declaró a este medio que “algunas cuestiones nos parecen correctas, como el impuesto a la transmisión gratuita de bienes y el impuesto a las herencias, pero queremos ver de qué hablan cuando proponen un incremento al impuesto inmobiliario rural o al inmobiliario urbano”.
Otro de los impuestos, el que levantó mayor polémica, es el que se aplicaría a los ingresos brutos para la carga y descarga de los 14 puertos que tiene la provincia de Buenos Aires.
En ese plano, Martello explicó a este medio que “el tema de los puertos también lo queremos ver bien, aunque nos parece que ninguna medida impositiva puede de alguna forma atentar contra la posibilidad de inversión, por lo que si se va a establecer un impuesto al ingreso de los contenedores hay que saber en qué escala se va a aplicar, si va a ser para los productos de consumo, si va a ser hacia los bienes para la industria, o si va a haber segmentación o si es una tasa general, cuestiones que hasta hoy no se han explicado”.
Martello cuestionó además que en la reforma en la que trabaja el Ejecutivo no se incluyeran los impuestos diferenciados de algunos sectores como el del juego, la industria frigorífica o las cadenas farmacéuticas.
El legislador oriundo de Esteban Echeverría concluyó que “de todas formas nos parece que ese conjunto de medidas planteados por el Ejecutivo si bien pueden tener algún efecto económico en el año 2010, va a ser algo menor comparado con el escandaloso déficit y la necesidad de financiamiento que tiene la provincia hoy en día; es una gota en el mar ya que ni siquiera va a servir para compensar el atraso del pago a proveedores”.
En ese sentido, ya tomó fuerza la versión anticipada por La Política Online, que adelantó que la provincia quiere emitir un bono para proveedores, a los que se les debe un monto cercano a los 600 millones de pesos.