Mario Brodershon estuvo ayer en una cumbre con los diputados del bloque raducal, mas los que asumirán sus bancas el 10 de diciembre. Allí trazó un panorama desolador sobre la situación fisca, lo que ahondó la prudencia de los legisladores frente a un Gobierno que está mucho más débil de lo que se percibe.
Brodersohn detalló el último informe de su consultora Economética. Allí se afirma que desde junio de 2007 “la economía afronta una significativa salida de capitales que acumula unos u$s 43.300 millones los últimos dos años, a un ritmo relativamente constante cercano a los u$s 22.000 millones anuales”. Esto equivale a la friolera del 6,5% del PBI anual.
A la hora del análisis de esta situación, encuentra algunas explicaciones en “cuestiones locales tales como la manipulación del IPC, el conflicto con el campo, el estancamiento en las negociaciones de la deuda en default, el alejamiento de los Organismos Internacionales, el proceso inflacionario de los últimos años, como también el fuerte aumento del Gasto público que llevó a una dependencia total del contexto externo para sostener el superávit fiscal, fueron todos factores que deterioraron la solidez de la macroeconomía local”.
Por esto mismo, cuando agrega a la idea los efectos de la crisis internacional, explica que “el colapso financiero internacional deprimió los precios de las commodities”, lo que en definitiva confirmó “la debilidad fiscal al derrumbarse el superávit primario en más del 63% en los primeros 6 meses del año, magnitud que aumenta a más del 95% si no se consideran los nuevos recursos que genera la estatización de las AFJP”.
“El deterioro del superávit primario (que pasaría del 3 al 1% del PBI este año) si bien atenuó en alguna medida el desplome del nivel de actividad, lo cierto es que la falta de acceso a los mercados deja sin margen al Gobierno para continuar empujando la economía, por lo menos no sin generar incertidumbre sobre la capacidad de pago de los vencimientos de la deuda pública a mediano plazo, alentando la salida de capitales ante la percepción de un mayor riesgo de default y/o devaluación”, asegura el trabajo.
El estudio también crítica y duramente la intervención del Banco Central en el mercado cambiario: “La mayor oferta de dólares lejos atenuar las expectativas e incrementar las reservas del BCRA, terminó financiando una mayor salida de capitales, tal como ocurre desde hace dos años. Es decir, la economía no logra retener los dólares que entran por la balanza comercial, imposibilitando cualquier posibilidad de recuperación económica”.
Uno de los datos de mayor gravedad que demuestra la consultora, es que “la economía desde hace dos años enfrenta una salida de capitales que ya supera en magnitud a la originada en la crisis del Tequila (1995) o en la crisis que derivó en el colapso del plan de Convertibilidad (2001/3)”.