Néstor Kirchner y su esposa la presidenta Cristina Kirchner ya palpitan que luego de las elecciones del 28 de junio, si perdieran o ganaran por escaso margen, quedarían bajo un marco de seria debilidad política. Esto, sumado a las desesperadas estrategias que suelen elaborar cuando la coyuntura los acecha, dio a luz otra extraña idea: la posibilidad de adelantar las elecciones presidenciales para octubre y lanzar, ahí si, un verdadero plebiscito nacional a su gestión.

Las encuestas, hoy, marcan que el oficialismo pierde en Capital Federal, Santa Fe, Córdoba y otras provincias y hasta podría llevarse una derrota en la sensible provincia de Buenos Aires. Incluso, con Néstor Kirchner como candidato. Este panorama es que el hace temblar toda la estructura del día después, el caliente lunes 29 de junio.

En el programa de Mariano Grondona, fue el analista Rosendo Fraga quien soltó la hipótesis. Según su especulación y siguiendo cierta lógica política y electoralista que enmarca el adelantamiento propuesto por el gobierno, no habría que descartar que Cristina convoque a elecciones presidenciales para el mes de octubre.

Resulta importante recordar que no fueron pocos los dirigentes oficialistas quienes sugirieron que, si el gobierno pierde los comicios, la presidente debería renunciar a su cargo. El piquetero Emilio Pérsico fue, de ellos, el más efusivo y recordado. Pero el problema, ahí, tiene nombre y apellido. Se llama Julio Cobos.

El estigma Cobos

El artículo 88 de la Constitución Nacional establece que “en caso de enfermedad, ausencia de la Capital, muerte, renuncia o destitución del presidente, el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente de la Nación”. Este es el eje por el cual una simple renuncia de Cristina no sólo no habilitaría a una elección nacional presidencial sino que, mucho peor, dejaría el país en manos de Cobos.

Esta opción encaja con las versiones que dio La Política Online de que el vicepresidente junto al operador radical Enrique “Coti” Nosiglia ya estarían pensando en un gabinete de un hipotético gobierno cobista –ver “Postkirchnerismo: Cobos y el Coti piensan en un gabinete-. Con eso, no sólo estarían adelantando trabajo con miras a 2011 sino que estarían preparados ante la posibilidad de tener que asumir de forma anticipada.

Saben que, si ellos se van, Cobos no. Por eso, en algunos círculos se empezó a evaluar, para evitar dejar al mendocino como prócer asumiendo ante una grave crisis institucional, convocar a elecciones anticipadas o que Cobos también renuncie.

El mismo artículo constitucional establece que “en caso de destitución, muerte, dimisión o inhabilidad del presidente y vicepresidente de la Nación, el Congreso determinará qué funcionario público ha de desempeñar la Presidencia, hasta que haya cesado la causa de la inhabilidad o un nuevo presidente sea electo”. Esto les trae aparejado otro problema: el del Congreso.

En la city circularon versiones de un operativo K para presionar al vicepresidente a renunciar. Pero chocan constantemente contra una pared.

Maniobra inconstitucional

Según abogados constitucionalistas, la jugada es inviable porque “en caso de una acefalía presidencial asume el vice y completa el período de gobierno”, según el jurista Eduardo Barcesat. “No puede haber convocatoria dando por caduco el mandato. La asamblea legislativa tiene que rechazarlo”, agregó.

“Si la presidenta renuncia, la Legislatura tendría que elegir a algún dirigente para integrar el mandato. Sólo un caso excepcional como el de Eduardo Duhalde, que ya había asumido en condiciones extraordinarias, hizo viable un adelantamiento de elecciones. Lo veo remoto e inconstitucional”, cerró.

En consonancia opinó otro prestigioso constitucionalista como es Gregorio Badeni: “A diferencia de los legisladores, la Constitución es muy clara en la elección de los presidentes: se los elige dos meses antes de que concluya el mandato -artículo 95-. Si ellos –los Kirchner- quieren convocar a elecciones, es absolutamente inviable”.

La única situación que podría darse, según Badeni, es que “renuncia Cristina, renuncia Cobos se modifique la Ley de Acefalía”. Esta dice que si el presidente y vice no pueden concluir el mandaro, el Congreso elige a alguien para que complete la presidencia. Esto ocurrió cuando se lo eligió a Duhalde, luego de la renuncia de Fernando De la Rúa.