Detectan irregularidades en la Corporación Sur
Inconsistencias en los estados contables, venta de inmuebles sin tasación, pagos injustificados y hasta una donación a una comisaría, conforman las cuentas del Fideicomiso. La Política Online accedió en exclusivo un informe que desnuda las irregularidades.
La Corporación Buenos Aires Sur es una empresa del Estado dedicada a desarrollar la zona más postergada de la ciudad.

Mientras en la Legislatura porteña el macrismo busca avanzar en un proyecto para entregarle competencias en materia de urbanización de villas, según un detallado informe al que tuvo acceso La Política Online, el Fideicomiso de la Corporación Sur presentó muchas dudas en su estado contable y patrimonial en 2005.

Por esos años, el titular de la empresa del Estado era Enrique Rodríguez, otrora ministro de la Producción de Jorge Telerman en 2006.

De acuerdo al proyecto titulado ´5.06.22 “B” Fideicomiso Corporación Buenos Aires Sur S. E.´, la Auditoria porteña realizó un informe preliminar para establecer el estado patrimonial y contable en 2005.

En él se explica que para ese año el Fideicomiso contaba con 63 millones de pesos de patrimonio neto, alrededor del 90 por ciento en inmuebles. Entre las principales observaciones que realizó la Auditoría porteña se encuentran la “falta de confiabilidad de la información proporcionada” y el “deficiente resguardo y registro de documentación de los inmuebles recibidos en propiedad fiduciaria”.

Inmuebles con dudas

En lo que refiere a inmuebles que poseía en ese entonces (que sumaban 57 millones pesos) se encontraron una serie de inconsistencias.

Entre otras, en el de Roca y Larrazabal - Proyecto U7, que es el más grande que tiene el Fideicomiso (por 52 millones de pesos), el organismo de control encontró una “incorrecta asignación del valor del metro cuadrado utilizado para escriturar”.

“No surge de la tasación del Banco Ciudad una composición detallada del predio... las tasaciones posteriores de las parcelas arrojan un total de 51,75 millones”, se explica en el informe.

Por otro lado, también se advierte que “en la rendición de cuentas, informes y balances al 31/12/05” (en el año en el que se auditó) se informó que “fueron suscriptas la totalidad de las escrituras de transferencia fiduciaria”.

Sin embargo, el organismo de control porteño detectó que “de los 51 inmuebles transferidos” restaban escriturar 20.

En el caso del inmueble de Delepiane y Mozart, la Auditoría dice que “no surgen tasaciones que respalden los valores (390.000 y 210.000 pesos) de los dos bienes inmuebles recibidos del Arzobispado en permuta”.

En el inmueble de Solís 1388/90 el Fideicomiso pagó 4.584 pesos en concepto de impuesto de sellos, aunque en la escritura de compra (143/05) se especificaba que estaba exento.

Por otro lado, la Auditoría detectó que “no se encuentra justificado el gasto de 4 mil dólares a la ex titular del inmueble Solís por costos de mudanza, depósito, de mobiliario y alojamiento ya que no constan precios de referencia que justifique ese importe, se abonaron 13.400 dólares por la adquisición de algunos muebles y artefactos de luz”.

Como si fuera poco, explica el informe, “tampoco constan precios de referencia que justifiquen estos 13.400 dólares” ni tampoco existe constancia de tasación del Banco Ciudad.

Irregularidades en inmuebles vendidos

En el inmueble vendido en Avenida Garay 1493/99 el organismo de control de la ciudad detectó que no hubo ninguna constancia de tasación del Banco Ciudad que pueda justificar su valor venta en 150 mil pesos.

En otro inmueble ubicado en Avenida Balbastro esquina Perito Moreno se encontró que “la venta por 4,5 millones de pesos del terreno e instalaciones fue efectuada por un precio inferior al sugerido por el Banco Ciudad”. El valor del terreno era de 4,5 millones y el valor del terreno junto con las instalaciones: 4,8 millones. Es decir, hay 300 mil pesos de diferencia.

Fondos de Reserva

En lo que refiere a los Fondos de Reserva (un capital de 596 mil pesos), el preinforme indicó que “es insuficiente” la constitución del fondo ya que “se omitió incluir 5.037,86 pesos (5 por ciento) de los intereses generados por colocaciones en plazos fijos y préstamos otorgados terceros”.

Honorarios de tasación y donaciones

Por otra parte, en el preinforme también se destacan los pagos en conceptos de honorarios de tasación en lo que refiere a los inmuebles a transferir. Por cinco inmuebles se abonó una cifra superior a los 12 mil pesos.

Por otro lado, en el rubro donaciones la Auditoría detectó la “falta de motivación”, es decir que no se justificó, el pago de asistencias económicas por un total de 45 mil pesos.

Así “se otorgó a la secretaria de Desarrollo Social 1.065.000 (decreto 1803/04: programa de ayuda para familias de los asentamientos “Los Castores” y “Che Guevara”) para el pago de subsidios a 71 personas” habitantes de un predio transferido al Fideicomiso.

Tampoco "consta la recepción de los bienes donados a la comisaría 36" y siquiera "obra constancia los instrumentos jurídicos que justifiquen el destino y la entrega de rodados" a la misma comisaría.

El polémico Enrique Rodríguez

Rodríguez asumió en la Corporación Sur en enero de 2004, cuando Aníbal Ibarra era jefe de gobierno. Comenzó su carrera como abogado laboralista y tuvo su gloria entre 1992 y 1993 como ministro de Trabajo menemista en medio de la flexibilización laboral y el desempleo masivo.

Años atrás, cuando estudiaba en la UBA, supo ser un encendido militante de izquierda. Luego recayó en el peronismo y llegó a ser legislador porteño por el belicismo. En 2003 tuvo un acercamiento con el puntano Adolfo Rodríguez Saá pero terminó en la Corporación Sur.

Su gestión allí también fue el blanco de una fuerte polémica cuando decidió usar 12.800.000 pesos para levantar en tres meses un estadio en el Parque Roca para poder jugar la Copa Davis.

Como se dijo, en abril de 2006 fue ministro de Telerman y parte integral del denominado “Grupo Cerviño” que delineó la carrera electoral del espacio político para 2007.
Noticias relacionadas

Denuncian que la Corporación Sur contrató al polémico “Comandante” Rodríguez

Se trata de un puntero villero del macrismo, que se reivindica militante revolucionario de los 70, y enfrenta causas judiciales. Estuvo preso por vender licencias truchas de taxis. Denuncian que la Corporación Sur de Humberto Schiavoni lo contaró pese a que Macri lo había echado.