Patricia Bullrich y Miguel Lifschitz no se pudieron poner de acuerdo tras más de tres horas de reunión porque la ministra de Seguridad quiere cobrar el envío de gendarmes a Rosario tal como hacía el gobierno de Cristina Kirchner.

La reunión fue un ejemplo nítido de la mala relación entre el gobierno de Mauricio Macri y los socialistas de Santa Fe y justamente el único acuerdo fue el de no dar ningún detalle del encuentro para no agravar el vínculo entre ambas administraciones.

“Fue una reunión de trabajo donde se acordó no hacer declaraciones públicas hasta que se cierre el acuerdo”, admitió a LPO la diputada socialista Alicia Ciciliani y advirtió que “no vamos a hablar en pleno trabajo, luego daremos a conocer en forma conjunta los pasos en concreto”.

Ciciliani agregó que “se trabajó en un diagnóstico en común y se coincidió en la necesidad de trabajo en conjunto porque no se pretenden más parches con intervenciones esporádicas que no dieron resultados”.

Tras tres horas de reunión, Bullrich y Lifschitz sólo hicieron declaraciones lavadas en las que anunciaron un nuevo encuentro.

"Vamos a reunirnos nuevamente para discutir la propuesta en plenitud y llegar a un convenio que permita, en un trabajo en común entre la Nación y los responsables políticos de Santa Fe, restituir normas de seguridad, tranquilidad y convivencia razonables para los ciudadanos", sostuvo Bullrich. Por su parte, Lifschitz indicó que en la reunión se trazó un "diagnóstico general de la situación de violencia e inseguridad en Rosario y en el resto de la provincia, analizando las posibilidades de trabajo conjunto y las distintas alternativas para encontrar soluciones duraderas".

Sin acuerdo

Pese a esta tregua hasta la semana que viene, fuentes de ambos espacios dijeron a este medio que no hubo éxito en las negociaciones para el envío de gendarmes a Rosario.

En el socialismo advierten que el Gobierno de Macri los dejó en una idéntica situación a la que tenían durante el gobierno anterior, cuando le llegaron a pagar 68 millones de pesos a Sergio Berni por el servicio de gendarmes de un par de meses.

Lifschitz le recordó a Patricia que la Nación le adeuda 40 mil millones de pesos a Santa Fe y que si quiere cobrarle a la provincia lo descuente de esa suma.

La ministra le respondió que eso lo tiene que definir la Corte Suprema y que necesita la plata en efectivo.

Tensión

Lifschitz había sido recibido este lunes por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, días después de sufrir una multitudinaria marcha de protesta en Rosario por los hechos de inseguridad.

En el socialismo no comprenden esa inquina puesto que aseguran que los índices de inseguridad son mayores en la capital provincial, gobernada por José Corral, titular de la UCR y estrecho aliado del Gobierno. Y que el PRO evita hablar de otros índices en el que el socialismo tiene una mejor marca que otras provincias, como en la mortalidad infantil, salud y cloacas.

En ese sentido, en el socialismo creen que el Gobierno fogoneó la marcha porque buscan desplazarlos del poder en Rosario para finalmente ganarles la provincia. El propio Macri, que dice que Lifschitz es su principal rival, quedó fastidiado con los socialistas tras la última derrota de Miguel del Sel porque dicen que le robaron la elección.

La tirantez en la relación quedó en evidencia este mismo martes, cuando Macri lanzó un plan de lucha contra el narcotráfico junto a la oposición y los gobernantes de Santa Fe, pese a estar en Buenos Aires, no aparecieron en la foto. Lifschitz argumentó que por culpa de la niebla no pudo estar en Tecnópolis junto al presidente.