Rodeado de los suyos, con la menor cantidad de ciudadanos posible en los alrededores. Así diseñó el Gobierno de Mendoza junto con la Presidencia, la fugaz visita que realizó este miércoles Mauricio Macri a la provincia.

La intención, a todas luces, fue evitar que el presidente viva un mal momento como el que ocurrió la semana pasada en Mar del Plata, donde manifestantes lo repudiaron y se produjeron incidentes con la Policía, dejando en evidencia las falencias en la seguridad de Macri y a la ministra patricia Bullrich,que se vio obligada a disponer cambios en la custodia.

“No creemos que pase nada, pero el presidente se va a desplazar por aire, el traslado por tierra va a ser mínimo en Mendoza”, afirmó en la previa el ministro de Seguridad local, Gianni Venier.

Inicialmente se había previsto una visita de Macri a la basílica de San Francisco en pleno centro mendocino, pero se descartó para evitar contactos con las protestas de estatales y opositores.

En un primer momento se evaluó que Macri visitara la basílica de San Francisco, en pleno centro mendocino, donde se encuentra el bastón de mando del general José de San Martín. Esa opción se descartó por la segura protesta que organizarían gremios y sectores opositores en el lugar.

Así, se determinó que el mejor lugar para que Macri le rinda homenaje a San Martín en el 166º aniversario de su muerte sería el Cerro de la Gloria. Ubicado en Parque General San Martín, el cerro es coronado por un imponente monumento al Libertador. Pero lo más destacado es que muy cerca podría aterrizar un helicóptero y por tierra sólo hay un camino. Macri finalmente llegó en helicóptero.

Luego d ela visita al Cerro la Gloria, Macri compartió otro acto con un grupo de alumnos, también muy aislado.

Fue así que los organizadores se decantaron por el Cerro de la Gloria, un lugar ideal para controlar a la concurrencia y evitar que Macri se cruzara con alguna manifestación. "Esto está asegurado desde ayer, se cerró todo para que no hubiera cosas ocultas", confirmó el ministro Venier.

En Luján de Cuyo, las fuerzas de seguridad militarizaron el humilde barrio de Pedriel y sólo dejaron que un puñado de alumnos se acercara a Macri.

El único episodio extraño de la previa fue la detención de una persona por una "llamada rara" que hizo al teléfono 102 de Defensa Civil para asegurar que Macri iba "a volar", según informó Venier. El ministro le restó importancia al episodio al asegurar que el detenido tendría problemas mentales. "No nos parece que sea una amenaza. Posiblemente quede demorado hasta que termine el acto", indicó.

Luego del homenaje en el Cerro de la Gloria, Macri fue a Luján de Cuyo, más precisamente al distrito de Perdriel, un barrio de clase media baja que fue copado por fuerzas de seguridad, que sólo dejaron pasar a un puñado de alumnos de primaria para que acompañaran al Presidente y el gobernador.

Fue el escenario elegido por el intedente Omar de Marchi, ex demócrata devenido en presidente del PRO Mendoza y rival en la interna de Cambiemos de Cornejo.

Ambos dirigentes se encargaron de la visita de Macri, pero fue De Marchi el que la confirmó. Luego de que Mendoza no tuviera ningún rol en los festejos del Bicentenario del 9 de Julio, Cornejo le “reclamó” al presidente que visitara Mendoza para el 17 de agosto. Finalmente, se dio el gusto.