En los últimos días, la UOM Rosario debió hacer frente a dos situaciones preocupantes: la suspensión de más de trecientos trabajadores de la firma Gafa y la profundización del conflicto en Acindar, adelantado por este medio.

En cuanto a la fábrica de heladeras y freezers Gafa, la empresa suspendió por tres meses a 360 operarios debido al sobrestock acumulado como consecuencia de la importación de productos de China, Brasil y Méjico.

Acordado con el gremio, los trabajadores suspendidos percibirán el 90 por ciento de su sueldo. "Uno pretende que estén todos bien, que estén trabajando pero la situación obligó a suspender a los compañeros pero pagándole el 90 por ciento del sueldo que si consideramos lo que el trabajador se ahorra en movilidad y viáticos, prácticamente está percibiendo la totalidad de sus ingresos, pero no es lo ideal", afirmó a LPO el secretario general de la UOM Rosario, Antonio Donello.

Es que la situación de la industria metalúrgica, sobre todo la línea blanca, está sintiendo de lleno el impacto de la apertura de las importaciones.

Según datos relevados en el sector y a los cuales accedió este portal, en lo que va del año ingresaron al país 32 mil heladeras contra las 20 mil que se importaron el año pasado, con el agravante que hasta el 2015 sólo venían de Brasil y China modelos de alta gama que no se producen en el país.

"Ahora, esas 32 mil heladeras que entraron son modelos que también se producen acá y nuestras industrias no pueden competir con los precios de China, Brasil o México", afirmó el titular de la Unión Obrera Metalúrgica rosarina.

A su vez, como ocurre en las otras ramas de la industria, también el aumento en la energía y la caída del consumo interno afectaron a la metalúrgica.

En cuanto a las otras fábricas de heladeras radicadas en Rosario, Briket y Bambi, por ahora no activaron ninguna alarma aunque en el sindicato reconocieron que están preocupados.

"Estamos preocupados por la pequeña y mediana industria porque estamos poniendo parches, pero si en unos meses no se corrige el rumbo, vamos camino a lo que pasó en los 90 que terminó con el estallido del 2001", alertó Donello.

"No vemos que haya reacción frente a lo que está pasando, pero espero estar equivocado y que todo se mejore y los trabajadores puedan vivir bien, pero sino, vamos a defender cada puesto en las calles", advirtió el líder sindical.

De hecho, para el próximo 7 de junio, la Mesa Sindical Rosario, alineada al kirchnerismo, realizará una movilización por defensa del trabajo en la que participará la UOM.

"Vamos a ver la convocatoria pero estoy seguro de que si se sigue perjudicando al trabajador, todas las centrales obreras vamos a estar juntas", consideró Donello.

El conflicto en Acindar

Una situación más compleja y que no está ligada directamente a la situación macro, según sostienen en la UOM, es la que se vive en la planta Navarro de Acindar donde la empresa, según sospechan en el gremio, y que anticipó este medio, tiene como único plan su cierre definitivo.

Por ahora, la empresa determinó el cierre de un turno aunque las medidas podrían profundizarse y es lo que temen desde el sindicato.

"Hay una decisión política de cerrar. Les hemos ofrecido un sin número de alternativas y no han aceptado ninguna. Desde el estado se brindó colaboración. Tanto el gobierno provincial como el municipal y el Concejo hicieron todo lo posible y desde la empresa ni siquiera hubo una promesa de estudiar las propuestas”, remarcó el dirigente sindical.

Es que la misma intendenta Mónica Fein y funcionarios provinciales, con apoyo de la Legislatura y el Concejo, se hicieron eco de la situación y propusieron a la firma descuentos impositivos, gestiones de programas de empleo y suspensiones rotativas para no tener que despedir personal y todas fueron respuestas negativas de parte de la empresa.

"Ni siquiera se comprometieron a estudiar el tema", recalcó Donello y agregó que "la sospecha que tenemos es que no hay ningún tipo de interés de sortear los inconvenientes sino todo lo contrario, pareciera que hay una decisión empresaria tomada que es el cierre definitivo".

Coincidencias de la iglesia y el socialismo

Los discursos por los festejos del 25 de mayo en Rosario también giraron en torno a la delicada situación económica que atraviesa la región.

La intendenta Mónica Fein esgrimió uno de sus discursos más críticos alertando sobre las consecuencias "de aquellos modelos económicos que priorizaron la especulación y el capital por sobre las personas".

"Aún hoy, más de tres generaciones de argentinos luchan cada día por superar una situación de pobreza que llegó a estas tierras de la mano de planes económicos que devastaron nuestro sistema productivo, que quebraron el tejido social, fundieron nuestra industria y vaciaron la educación pública que supo ser modelo en América Latina", disparó la intendenta.

Al finalizar el acto y en contacto con la prensa, Fein se refirió a la situación que atraviesa el sector metalúrgico: "seguimos el tema con cierta preocupación, estuvimos reunidos con la gente de Acindar que va a reducir un turno, ayer Gafa ha planteado una suspensión y la preocupación de todas las pequeñas y medianas empresas. Esta es una ciudad decidida a pelear por el empleo y por el trabajo digno".

A su vez, el arzobispo de Rosario Eduardo Martín también se refirió a la situación social. "Hay una preocupación por la fragilidad en el trabajo y sobre todo en el trabajo informal que es una deuda que tiene nuestra sociedad", indicó.

Martín también insistió en los índices sobre que publicó la Universidad Católica Argentina, "que para nosotros son muy fiables", y que determinaron que la pobreza "ha aumentado de un 29 a un 33 por ciento".