Hugo Moyano volvió a dejar en suspenso la posibilidad de un paro en rechazo al veto presidencial, al ingresar a la semana social de la iglesia en Mar del Plata, donde se reunirá con los jefes de las otras cuatro centrales sindicales.

El camionero buscó restarle expectativa a esa reunión. "Nos vamos a reunir la semana que viene. Primero vamos a escuchar a todos los dirigentes y a partir de ahí decidiremos", respondió, ante la primer consulta sobre un posible anuncio de medidas de fuerza.

Como explicó LPO, Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo se reunirán esta semana para decidir cómo responder ante el desafío de Macri.

Si bien Hugo Yask y Pablo Michelli están decididos a salir a las calles, los gremios de las distintas vertientes de la CGT prefieren una presión por “goteo”, que les permita también cerrar sus paritarias. La UOM, por ejemplo, acordó un 32%.

Moyano dejó entrever que tal vez hasta 2017 los gremios no cerrarán todas las persianas. "Si no hay respuestas del gobierno en los próximos meses en cuanto a las inversiones y baja de inflación, nos pondremos en la vereda de enfrente", sostuvo en Mar del Plata.

Aunque su hijo Pablo amenaza seguido con medidas de fuerza, el camionero nunca estuvo convencido de un paro prematuro al gobierno de Macri. “¿Y el año que viene qué haríamos?”, preguntó en la reunión de UPCN de hace casi dos meses, donde fueron referentes casi todos los gremios.

Cada uno de estos grupos se reunirá esta semana para planear cómo seguir, aunque la hostilidad sindical contra Macri parece no tener retorno. "El veto fue un error. Macri no tiene mucho favoritismo por los trabajadores", afirmó Moyano.

“Estamos en una situación compleja con un gobierno que no es peronista y no necesitamos que nadie nos diga qué tenemos que hacer", aclaró el camionero.

Y reiteró que los próximos pasos a tomar llevarán “un profundo análisis con los distintos sectores gremiales, para hacerle entender al gobierno de turno que debe favorecer a todos los sectores, no a uno sólo".