A diferencia de otros cabilderos o gurúes que animan la contienda electoral en Estados Unidos, Vin Weber conoce lo que es estar a ambos lados del escritorio. Socio de Mercury Public Affairs, es considerado uno de los lobbystas más importantes de todos los que operan en el Capitolio. Pero también conoce lo que es ser candidato, lo cual lo ha llevado a representar a su estado -Minnesota- en la Cámara de Representantes por el Partido Republicano.

Asesor de las campañas de Bob Dole, George W. Bush y Mitt Romney, llegó a Monterrey para compartir con los ejecutivos de Nuevo León su visión sobre el rumbo de la campaña estadounidense. En conversación con La Política Online, identificó los motivos que le valieron la candidatura a Trump, pronosticó la elección de vicepresidente que hará el magnate inmobiliario y señaló el desafío urgente que tiene la campaña de Hillary Clinton.

¿Cómo cree que está reaccionando el establishment del Partido Republicano al hecho de que Donald Trump será su candidato para la Casa Blanca?

Obviamente hay mucha gente que tenido que suspender cualquier estrategia o negociación de cara a la Convención de Cleveland porque esas estrategias dependían de que Trump no lograra un éxito tan rutilante en las primarias.

Las reglas de la convención son muy claras y es cierto que estaba instalada la idea de que delegados de Trump podrían votar a otro candidato en la Convención pero eso queda fuera de cualquier plano legal. Ahora la discusión es entre dejar a los demócratas otros cuatro años en la Casa Blanca o intentar un acercamiento a Trump para -en caso de que triunfe- repartir posiciones de poder.

Trump es el candidato más impopular de la historia del Partido Republicano, las últimas encuestas lo ubican con un 65% de desaprobación. Y todavía más entre los latinos, los asiáticos y los afroamericanos.

En su discurso de victoria en Indiana, Trump dijo que su candidatura tiene una buena performance entre las minorías, ¿Lo cree así?

Lo escuché y no se de dónde ha sacado esa idea. Primero, hay que decir que es el candidato más impopular de la historia del Partido Republicano, las últimas encuestas lo ubican con un 65% de desaprobación.

Trump es el candidato más impopular de la historia del Partido Republicano, las últimas encuestas lo ubican con un 65% de desaprobación. Y todavía más entre los latinos, los asiáticos y los afroamericanos.

Pero no sólo eso: los sondeos más detallados, que generalmente no llegan a hacerse públicos, registran que él es aún más impopular entre los latinos, los asiáticos y los afroamericanos, en ese orden. Y es muy difícil corregir eso porque él ha ganado la candidatura hablando contra esas minorías que por cierto están muy movilizadas para votar en su contra.

Trump tiene una fuerte resistencia en su propio partido, ¿Qué perfil podría tener su candidato a vicepresidente?

Es una cuestión muy complicada. Las reglas dicen que debería elegir alguien distinto a lo que él representa o al menos a su origen como candidato. O sea, no sería ilógico que él buscara a alguien más vinculado al establishment del Partido Republicano como podría ser el gobernador John Kasich o el ex gobernador Jeb Bush.

Pero en ese escenario, él debería analizar si tiene más para ganar o para perder con esa decisión, porque implicaría darle un lugar clave en su campaña a la cúpula del Partido.

Por eso, tras ese análisis, aparece la idea de que Tump terminará buscando un compañero de formula por fuera de esas estructuras, posiblemente alguien del ámbito militar, un ex general o ex almirante condecorado o un ex alto oficial del Pentágono. Alguien que no tenga un peso en el manejo dela campaña y que refuerce la idea de seguridad externa que tiene Trump.

¿Y cómo ha quedado ubicada Hillary ante la nominación de Trump? ¿Cuál es su próximo desafío?

A no ser que ocurra algo impensado, ella será la candidata. Pero está en una posición incómoda porque Bernie Sanders ganó en Indiana y nadie deja una carrera después de ganar una elección.

Entonces, si tarea es doble: seguir compitiendo en una primaria -lo que implica que será cuestionada desde dentro- y al mismo tiempo empezar a hacer foco en Trump, porque desde allí también recibirá cuestionamientos. Y deberá enfocarse bien contra Trump, como no lo ha hecho ningún precandidato republicano.

Hillary tendrá una tarea doble: seguir compitiendo en la primaria y al mismo tiempo empezar a hacer foco en Trump. Entonces será cuestionada desde adentro y desde afuera.

Hillary tendrá una tarea doble: seguir compitiendo en la primaria y al mismo tiempo empezar a hacer foco en Trump. Entonces será cuestionada desde adentro y desde afuera.

¿Por qué cree que no lo han hecho?

Hay dos posibles motivos. O por una cuestión de estrategia, de no mostrarse agresivos contra una figura que iba en ascenso. O bien por simple amabilidad, pero nadie lo atacó directamente.

Como sea, todos creyeron que con su propio mensaje alcanzaba y todos quedaron fuera de competencia. Por eso, Hillary debe atacarlo con fuerza ya desde ahora y a la vez no descuidarse en su frente interno.

¿Cuál fue principal error de Cruz, que lo dejó fuera de carrera?

Diría que fueron dos. Primero su pelea con el resto de los senadores republicanos. Haber llamado a Mitch McConnell (jefe de la bancada republicana en el Senado) "mentiroso" y su tono hostil para con el establishment del partido durante gran parte de la primaria.

El segundo error fue de cálculo. Llegó a la primaria de Iowa con el mensaje de que era el candidato de votantes evangélicos y pentecostales. No fue erróneo al comienzo, ese es el 30% del voto republicano, pero también te pone un techo muy definido que te impide trascender ese electorado. Además, aún en el partido republicano todavía existe un alto porcentaje de votantes que no se dejan llevar por el llamado "voto religioso".