Máximo Kirchner dio un fuerte gesto de autoridad en el bloque del FpV, al imponer, sin demasiada discusión, a su amigo Juan Ignacio Forlón como auditor general de la Nación, tras bajar anoche a Mariano Recalde.
El ex jefe de Aerolíneas Argentinas había sido propuesto por su padre y jefe de bloque, en la negociación con el resto de los bloques.
A cada Cámara le corresponden 3 auditores y se distribuyen según la representación de cada bloque. Al FpV le pertenece uno, mientras que Cambiemos prefirió no pelear los dos restantes y darle uno a Sergio Massa.
Luego se supo que los elegidos eran el radical Jesús Rodríguez y Gabriel Mihura Estrada, un abogado de confianza de Sergio Massa, como anticipó en exclusiva LPO.
Pero el problema surgió en el FpV, cuando Máximo supo que el elegido de Recalde había sido su hijo, cumpliendo una premisa de Cristina para nombrar a alguien de su confianza.
Cuando LPO blanqueó la negociación La Cámpora estalló en mil pedazos: Juan Cabandié, Máximo y Andrés Larroque comenzaron a presionar a Héctor Recalde para bajar al ex Aerolíneas.
Recién lo consiguieron anoche, cuando en un tuit el ahora asesor de la Municipalidad de La Matanza dijo que “nunca habían pensado en él”.
El FpV convocó recién para esta mañana a una reunión de bloque y allí la veintena de camporistas impuso a Forlón sin importar la opinión de los demás. Actitudes así motivaron la ruptura del bloque en enero.
El golpe mayor lo recibió Recalde padre, que daba por hecho que iba a poder ubicar a su hijo como auditor. Hasta hoy a la mañana nadie había dicho otro nombre, y él se enteró casi al mismo tiempo que el resto que Máximo lo desautorizó y descartó su decisión.
Forlón ya había sido nombrado como auditor en diciembre junto al ex secretario de Justicia, Julián Álvarez, en una escandalosa sesión en la que el kirchnerismo esperó 7 horas para tener quórum.
Pero esa elección fue rechazada por la justicia y hoy debió ser eliminada. “Siempre se eligieron 2 por la primera minoría y uno por la segunda”, se quejó Héctor Recalde. Pero aceptó eliminar lo resuelto aquella tarde traumática.
Los más enojados fueron los diputados del bloque justicialista, de Diego Bossio, que no se enteraron hasta hoy de la negociación.
Cristina quería asegurarse dos leales en la AGN, porque este año aún se dedicará a investigar sus cuentas, pero la justicia invalidó la votación por no estar finalizado el período legislativo.
En este trimestre se renovó la Cámara, el FpV se rompió, perdió la condición de primera minoría y sólo le correspondía un auditor. A último momento, Máximo insistió con su amigo.
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