El senador nacional Omar Perotti celebra la explosiva denuncia por presunto enriquecimiento ilícito que la diputada Elisa Carrió hizo contra el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, un viejo rival político del ex candidato a gobernador de Santa Fe.

Perotti y Lorenzetti se conocen de la localidad santafesina de Rafaela, donde el primero fue intendente y el segundo construyó la carrera que lo llevó a presidente del máximo tribunal de justicia, aunque también fue parte de algunos negocios vinculados a gremios que generaron sospechas. La rivalidad data de aquellos años.

Según supo LPO, Perotti se mostró feliz con la denuncia de Carrió contra el juez por enriquecimiento ilícito y por haber ocultado activos financieros en el exterior. El santafesino dice en privado que todo lo que denunció Lilita es verdad, y que hasta le hubiera gustado hacerla a él.

La denuncia de Carrió incluyó a otro rafaelino, el secretario general de Administración de la Corte, Héctor Daniel Marchi, mano derecha de Lorenzetti en el manejo de fondos del tribunal. Carrió lo acusa de no presentar las declaraciones juradas entre 2005 y 2011 y de haber ocultado al menos un inmueble rural en esos documentos.

Perotti es importante en la discusión con la Corte ya que es uno de los líderes del bloque peronista que tiene la llave para aprobar en el Senado los pliegos de los cortesanos designados por Macri. Uno de esos designados es Horacio Rosatti, otro santafesino que se cruza en la historia del senador y el titular de la Corte.

Justamente este tema fue uno de los que se trató anoche en la reunión que mantuvieron Mauricio Macri y Lorenzetti, antes del viaje del presidente. El juez le había recomendado postergar la definición hasta febrero y él mismo deberá definir si les toma juramento o no en poco más de diez días.

En el encuentro Macri intentó trasmitir tranquilidad y aseguró que están asegurados los votos para aprobar los pliegos de Rosatti y Carlos Rosenkrantz. Pero Lorenzetti lo contradijo: "No es la información que tengo”, advirtió.

El problema que tiene Lorenzetti es que la llegada de Rosatti y Rosenkratz licuarían su poder. De hecho, funcionarios del gobierno afirman que Macri quiere a Rosenkratz -denunciado por el kirchnerismo como cercano a Clarín- como próximo presidente del máximo tribunal. El cuarto mandato consecutivo de Lorenzetti vence a fin de este año.

El actual presidente pudo montar un formidable poder en la la Justicia gracias al manejo de los recursos, nombramientos y otros resortes claves que le administra Marchi, que con un cambio en la Presidencia y la suma de nuevos miembros a la Corte, quedaría diluido.

Como sea, en la reunión de la Casa Rosada -donde también estuvo el ministro de Justicia, Germán Garavano- nadie habló de la denuncia de Carrió, una de las socias de Macri en Cambiemos. El tema sobrevoló durante todo el encuentro pero ninguno de los presentes dijo palabra alguna, evidenciando la tensión que generó la presentación de Lilita.

LPO reveló días atrás que Carrió advirtió a Macri que haría la denuncia y el presidente no la frenó, acaso como un elemento de presión para Lorenzetti o para evitar que la diputada del haga estallar por los aires a la alianza Cambiemos. Después, el mandatario mandó a Garavano a despegarse de la presentación judicial.