Daniel Scioli busca protegerse de posibles causas judiciales que emerjan al dejar la gobernación próximo 10 de diciembre. Para eso le pidió la renuncia a Fernando Rozas, el número dos en la Fiscalía de Estado y en las próximas horas asumirá allí Mariano Cervellini, el yerno de Ricardo Casal, un incondicional al ex motonauta que evitará todo problema con la Justicia.

La maniobra se diagramó en las últimas horas y fue confirmada a LPO por varias fuentes. Scioli fue tajante con Rozas, un diputado provincial cercano a Gustavo Ferrari, a quien le pidió la renuncia renuncia de inmediato.

Según trascendió, mañana mismo el Gobernador tendrá la renuncia en su despacho y quizás ese mismo día asuma también Cervellini, actual secretario De Legal y Técnica y casado con una de las hijas del ministro de Justicia.

Se sabe que Scioli no puede tocar al Fiscal de Estado, Hernán Gómez, toda vez que su cargo es vitalicio. Por eso, la estrategia de ubicar allí a Cervellini servía para contar con una especie de ‘comisario sciolista’ dentro de la Fiscalía.

Según pudo saber LPO, en el entorno de María Eugenia Vidal hay un fuerte malestar por la decisión del mandatario provincial de intentar blindarse ante denuncias. Incluso dejaron trascender que la gobernadora electa está furiosa y que removerá a Cervellini apenas asuma. Su designación depende solo de un decreto decreto del gobernador.

El fuerte malestar tiene que ver con que la estrategia de Scioli es muy similar a la que implementó Cristina Kirchner con la designación de Julián Alvarez y Juan Ignacio Forlón en la Auditoría General de la Nación (AGN).

Rozas había llegado a mediado de julio a la Fiscalía de la mano de Ferrari. Por entonces ocupaba una banca de diputado en la Legislatura bonaerense. Allí había llegado como parte del armado de Francisco De Narváez aunque hoy responde directamente al general del Gobierno bonaerense.