Cristina Kirchner sufrió esta tarde el primer coletazo de su fracaso electoral del domingo: Juan Manuel Urtubey se asoció con Miguel Pichetto para frustrar en el Senado el tratamiento de la ley de juventud, creada por La Cámpora para ubicar militantes en cinco nuevos organismos.

Fue ni más ni menos que el inicio de una rebelión de los senadores del FpV que, como adelantó LPO, hace dos semanas acordaron cajonear proyectos de Cristina si Daniel Scioli no era electo presidente.

El proyecto se trató en un plenario de comisiones de Presupuesto y Legislación General y la salteña María Fiore de Viñuales, oriunda del Partido Renovador y aliada de Urtubey anticipó que votará en contra.

“La semana pasada no podía decirlo por una cuestión política, pero no estoy de acuerdo esta ley. Estamos creando una Defensoría de la Juventud cuando ya tenemos todas las leyes sobre el tema”, resumió Fiore.

Los senadores de la oposición habían cuestionado que busque crearse la Defensoría de la Juventud, cuando hace 4 años que no se nombra al defensor del pueblo y 10 que está vigente la de la Niñez, pero jamás funcionó.

Juan Manuel Abal Medina, presidente de la Comisión de Presupuesto, intentó persuadir a Fiore de Viñuales sin éxito. “Le estamos dejando leyes al próximo Gobierno”, fue su ineficaz argumento.

Cuando la sesión empezaba a complicarse, Abal Medina y la santiagueña Iturrez de Cappellini pidieron pasar el dictamen a la firma y resolver lo que haya que resolver en el recinto.

Pero olvidaron un detalle: a la vista de la sala no estaba claro si había quórum. Lo advirtió Jaime Linares, del FAP, y exigió leer en voz alta las presencias.

Abal Medina tomó una planilla y pasó el parte apurado, la santiagueña quiso imitarlo y no terminó bien. Dio como presente a la chaqueña Pilatti Vergara y nadie la había visto.

Rápido de reflejos, Linares consiguió una planilla de la Comisión de Legislación General y supo sólo había 7 de los 17 miembros, a dos del quórum. La puntana Liliana Negre de Alonso llegó para poner orden y sumar una presencia más, aún innecesaria para alcanzar la mitad más uno.

Miguel Pichetto permanecía silencioso y abrió la boca, no justamente para ayudar a la presidenta. “Es verdad: Legislación General no tiene quórum”, desautorizó a Pilatti Vergara.

Su intervención terminó de enredar el plenario y sus autoridades no tuvieron más opción que postergarlo hasta mañana, antes de la sesión, que está en dudo por falta de quórum. Tendrán que conseguir quórum. Sobre todo dentro del kirchnerismo.